CAPÍTULO 1 (TORY)

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Tory

Joder, hoy es mi primer día en tercero de Diseño en la mejor universidad de España, L.M University; y llegaré tarde por culpa de mi mejor amiga Hannah si no se apura con su absurdo maquillaje. Nunca he entendido eso de arreglarse tanto para ir a un sitio donde se va a estudiar y probablemente termines comiéndote las uñas por los nervios de los exámenes y más loca que una cabra por tanto estrés.

Observo como se vuelve a pasar otra capa de rímel y pongo los ojos en blanco mientras espero sentada en su cama vestida con unos sencillos jeans de corte recto y tiro alto, y uno de mis pulóveres favoritos, por la pegatina tan ocurrente que tiene delante.

-Hannah, como no te apures llegaremos tarde. Ya estás perfecta, por favor, ¿podemos irnos ya? Solo es la universidad- Se voltea nada más oírme, arqueando las cejas, y me mira con esa cara de "¿en serio has dicho eso?".

Resoplo.

-No solo es la "universidad", Try. Es la ¡UNIVERSIDAD! ¿Entiendes la diferencia? - Evito poner los ojos en blanco nuevamente para no darle más razones para demorarse

-Como digas. Pero ¿podemos irnos ya o no? - Suspira y asiente mientras toma su bolso y se dirige a la puerta.

La sigo.

Hannah es pelirroja, y tiene unos ojos aguamarina impresionantes. Es de pocas curvas, con unos pechos bastantes favorecedores y unas piernas largas que la hacen ver increíblemente atractiva. Más aún por su metro setenta y cinco.

Yo a su lado soy más bien normalita. Con mi pelo castaño corto hasta la barbilla, y con ligeras ondas. Mis curvas y limones como pechos, y unos ojos que querían ser azul cielo, pero se quedaron en más bien, gris simplón. Y ni hablar de mi estatura, a su lado con mi metro cincuenta y ocho soy un Oompa-Loompa.

Su Fiat 500 se encuentra aparcado fuera, pero quedamos en que iríamos en mi coche. Un Aston Martin DB5 descapotable, un clásico. Era de mi padre. Él mismo se encargó de su reparación. Ahora es mío.

-Te voy a extrañar bebé. Perdóname por abandonarte hoy- Sonrío ante las palabras de mi mejor amiga dirigidas nada más y nada menos que a su coche.

¿Había mencionado ya que hasta tiene nombre?

-Alicia se enojará contigo- me mira con fingido resentimiento

-Alicia es un coche, Hannah- sé que piensa protestar, pero no le doy tiempo

Monto en mi coche que se encuentra aparcado en mi casa, justo al lado de la de Hannah, y nos dirigimos hacia la universidad, por fin.

Poco menos de media hora después, llegamos.
Caminamos hacia nuestras respectivas escuelas que hay en la misma universidad, dividiendo así las áreas según lo que se estudie. Hannah estudia Marketing, aunque en realidad su pasión es el patinaje sobre hielo, que es una de las razones por las que está aquí, y yo curso Diseño de moda. Ella se desvía de mi camino por lo que sigo andando sola.

Casi estoy llegando al Área 3 que es la de artes, cuando siento a mi espalda que se acerca una moto.

Me muevo hacia un lado para no interferir en el camino de la moto, evitando también los charquitos de agua que se han hecho luego de que se pasara la noche lloviendo.

La persona que la conduce pasa justo a mi lado, y todo estaría bien si de hacerlo no hubiera pasado por los charcos y empapado mi pantalón. Mierda.

-Eh fíjate por donde pasas gilipollas- grito y miro con enfado mis zapatos y pantalón

¡Maldita seas! Ni siquiera creo que me haya escuchado.

Tendré que seguir así; no traigo nada más de ropa.

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora