Tory
Ya hoy es viernes y el lunes empieza la universidad de nuevo.
Es tarde pero aún no tengo sueño.
Me encuentro recostada en mi cama viendo reels en Instagram. Cómo si no tuviera más de tres trabajos sin terminar de la uni; pero no tengo ganas de estudiar ahora mismo. Es aburrido.
Tengo ganas de hablar con Bhiell, pero ya es tarde. No quiero escribirle. Toda esta semana nos hemos visto casi todos los días y los que no hemos podido por alguna circunstancia, hemos estado chateando.
Le extraño, lo vi ayer, pero aun así lo extraño.
Empieza a sonar mi teléfono y doy un salto nada más ver el nombre.
Descuelgo con una sonrisa.
- ¡¡Hola!!
- ¿¿Hola pequeña bruja. Podrías bajar un momento?? - Frunzo el ceño
- ¿Eh?
- ¿Qué si puedes bajar y vernos un momento, tonta?
-Tonto serás tú. Y, ¿bajar? ¿Estás aquí?
-No que va, en China. No te jode- Hago un mohín y frunzo el ceño
-Ja ja, que gracioso. ¿Quieres ver cómo no te abro? - Escucho su risa en el teléfono y salgo de la cama para ir a abrir la puerta, colgando.
Se encuentra tras ella con las manos en los bolsillos y su nariz está algo rosa por el frío de la madrugada.
-¿A pasado algo? - Pregunto cayendo en cuenta de que son casi las dos de la mañana y él está aquí.
Me mira serio
-Sí, y no es nada bueno- Me pongo seria al instante y espero a que continúe
-Me han dado esta carta para ti. No la he abierto pero no me fío de quien me la dio- Agarro el sobre que me tiende.
Como dice, está cerrado, y lo miro
-No entiendo nada. ¿Quién te lo ha dado?, y ¿Por qué? - Se encoge de hombros
-Me lo ha dado un tipo que anda en malos rollos, de la uni. Pero el por qué no lo sé- dejo mi vista caer nuevamente en el sobre- Tengo que irme ya, solo vine a traerte eso- Lo observo y asiento.
No se acerca ni nada a mí y eso me hace sentir rara. Tampoco me sonríe. No sé qué pasa. Pero no voy a preguntar tampoco
Baja las escaleras del porche y montando en su moto y se va.
Entro en casa cuando lo pierdo de vista.
Cierro la puerta y me quedo parada en la entrada mirando el sobre. Me da un poco de miedo, la verdad. Pero la curiosidad sinceramente me puede más.
Rasgo y saco un papel doblado con otro más alargado que parece ser otro sobre también, pero ese no está sellado.
Abro primero dicho sobre y hay un papel. Mis ojos se abren como platos nada más ver lo que dice.
Es una puta entrada para un concierto de Alborán.
Desdoblo la carta y comienzo a leerla con las emociones al límite
Lo que hay dentro del segundo sobre, es para ti, yo también tengo una, estaría encantado de que vinieras conmigo. Es mañana. Los otros días en tu cumpleaños vi como disfrutaste cada canción que pusieron de él en la disco. Y en la uni también he notado que sueles tararear sus canciones siempre que pasan por tu loca cabecita.
Y pues nada, la pregunta
¿Vendrías conmigo?
_Sí
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Cada estrella de tus ojos
Teen FictionNo puedo seguir engañándome así, fingiendo que no te miro, mientras siento las mismas mariposas que aquel día; que no se me contagia tu sonrisa, cuando en realidad solo intento ocultar la mía. No puedo seguir forzándome a creer que no siento nada, c...