Tory
Doy vueltas por el pasillo del hospital mientras me desespero esperando que llegue mi madre. Bhiell está sentado y me observa ir de un lado a otro.
Una puerta se abre al final del pasillo y avisto la melena rubia de mi madre.
Echo a correr hacia ella mientras siento como mis ojos se humedecen.
Me abrazo a su cuerpo y sus brazos me rodean protectores
-Lo siento mami, no sabía cómo llamarte antes y tenía miedo por mi hermana... no quiero que nada malo le pase...lo siento...lo siento
-Shhh, tranquila cariño, Effie estará bien- Mi mamá frota mi espalda, mientras lloro, de nuevo
-Yo no quería que pasara esto mamá... no era mi...- Siento como mi madre me separa de su cuerpo apretando mis brazos cerca de mis hombros.
-Escúchame bien Tory, esto no es tu culpa ¿Entendido? - Su voz autoritaria y sus palabras hacen que mi rostro dibuje un puchero y más lágrimas caigan de mis ojos, antes de asentir en respuesta.
-Necesito escuchar a David y que me explique todo el proceso por el que tendrá que pasar tu hermana. Vete a descansar cariño, ya me quedo yo, llevas muchas horas en este hospital- Niego ante las palabras de mi madre
-No me iré a ninguna parte, no te puedo dejar sola y tampoco a Effie- Mi madre suspira y se gira hacia mí, y noto que Bhiell se acerca también.
-Hija mía, Effie apuesto que está dormida si no ya estarías con ella, y yo voy a estar bien. El doctor me acompañará. Mañana puedes estar aquí a primera hora y así hablamos de los tratamientos y tomamos una decisión, con calma. Por favor ve a descansar- Mi madre me mira con ojos agotados y una mirada de súplica
-Pero...-me detengo unos segundos para observar bien a mi mamá, parece más fuerte esta vez, y no sé por qué eso me da más miedo, quizás temo que cuando se derrumbe sea capaz de no dejar nada dentro de mí, solo vacío - ¿Seguro que vas a estar bien? - Mi madre sonríe un poco antes de asentir
-Te lo aseguro. Ve con Bhiell cariño- Miro hacia el mencionado y devuelvo mi vista a mi madre
-Vale, pero cualquier cosa me llamas por favor- Digo y mi mamá asiente antes de darle un corto abrazo a Bhiell y despedirse de mí.
Siento como el brazo de mi chico pasa por mi hombro pegándome de forma protectora a él y rodeo su cintura mientras salimos del hospital.
El trayecto hasta mi casa se me hace corto, y cuando estoy enfrente de esta lo último que me apetece es bajarme del auto. No me atrevo siquiera a abrir la puerta ni sacarme el cinturón.
Observo a Bhiell que me devuelve la mirada paciente, y tago saliva pesadamente antes de mirar una vez más hacia mi casa.
No quiero entrar ahí. No quiero estar sola. No puedo derrumbarme otra vez y como entre ahí, eso es lo primero que haré, una casa donde hay vida, cuando se queda en soledad, en sus silencios lo que más hay, es ruido. Y no puedo soportar eso ahora mismo.
Tomo aire hasta hacer que mis pulmones se llenen y lo expulso lentamente antes de atreverme a hablar
-¿Puedo quedarme hoy contigo? - Suelto con prisa y sin mirarlo haciendo que las palabras se junten en carrerilla; pero la mirada de Bhiell es tan penetrante que tengo que dignarme a conectar nuestros ojos.
No sé cómo describir la forma en que me mira, pero hace ya un tiempo que lo hace así, me pone nerviosa y me hace divagar.
-¿Sabes que? Olvidalo. Seguro estás cansado y te apetece ver a tu hijo e ignorar mis problemas por lo que queda de día- no paro de hablar mientras me empiezo a quitar el cinturón- da igual, lo entiendo, necesitas...
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Cada estrella de tus ojos
Novela JuvenilNo puedo seguir engañándome así, fingiendo que no te miro, mientras siento las mismas mariposas que aquel día; que no se me contagia tu sonrisa, cuando en realidad solo intento ocultar la mía. No puedo seguir forzándome a creer que no siento nada, c...