A la mañana siguiente, el sol apenas despuntaba en el horizonte cuando Aegon y Daenerys se encontraron en la tienda de mando, revisando la última carta que había llegado de Ghysa. El ambiente en la tienda era tenso, lleno de expectativa y la promesa de acción.
"Hay avistamientos de un dragón en Asshai," leyó Daenerys en voz alta, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y preocupación. "Tiene que ser Drogon."
Aegon asintió, sus pensamientos alineándose con los de Daenerys. "Creo que es el momento de ir a por él," dijo, con determinación en la voz. "Y de ir a Poniente."
Daenerys asintió lentamente, pero sus pensamientos ya estaban en los otros preparativos necesarios. "Debemos conseguir barcos también," añadió, volviendo a mirar a Aegon. "Sin ellos, no podremos cruzar el mar Angosto."
Aegon hizo una pausa, recordando a un viejo conocido en Volantis que podría ser la clave para resolver ese problema. "Conozco a alguien en Volantis que nos puede conseguir los barcos que necesitamos."
Daenerys levantó una ceja, interesada. "Enviaré una carta a Arela para que se encargue de los detalles. Dime el nombre de tu conocido."
"Pon en la carta que vaya a la casa del mercader," respondió Aegon, su voz firme y segura. "Arela lo entenderá."
Daenerys lo observó por un momento, sopesando sus palabras antes de añadir con una ligera sonrisa, "Vienes conmigo a Asshai, o prefieres quedarte con tu nueva amiga en el campamento?" Su tono era juguetón, pero Aegon detectó un matiz de curiosidad en su voz.
Aegon no pudo evitar sonreír ante el comentario. "¿Te tengo que responder?"
Daenerys hizo un gesto con la mano, restando importancia al tema. "Avísales a Rolly, Franklyn, Daemon y Edric que nos acompañarán a Asshai. Necesitamos a nuestros mejores hombres para esta misión."
Aegon asintió, sabiendo que no había otra opción. "Lo haré de inmediato," respondió antes de girarse para salir de la tienda.
Mientras Aegon se dirigía a cumplir con sus órdenes, Daenerys se quedó un momento a solas, su mente ya calculando los pasos necesarios para garantizar el éxito de su misión. Llamó a Gusano Gris, quien entró en la tienda y se cuadró ante ella.
"Quiero que lleves el ejército a Meereen," ordenó Daenerys con voz firme. "Allí, cuando tengamos los barcos, marcharemos hacia Poniente. Avisaré a Daario de vuestra llegada."
Gusano Gris, siempre el soldado leal, asintió sin cuestionar la orden. "Haré lo que ordenas, Khaleesi."
Daenerys observó cómo Gusano Gris salía de la tienda, confiando en que cumpliría su misión con la misma eficiencia y lealtad que siempre había demostrado. Mientras tanto, se preparaba mentalmente para lo que les esperaba en Asshai. Recuperar a Drogon sería un paso crucial en su camino hacia el Trono de Hierro, pero las sombras de Asshai siempre habían sido un lugar de peligro y misterio.
Ahora, con Aegon a su lado y la promesa de un ejército y dragones a su favor, se acercaban más que nunca a su destino.
El viaje hacia Asshai fue largo y agotador, un recorrido de varias semanas a través de terrenos áridos y montañas desoladas. A medida que se acercaban a la mítica ciudad, el grupo de Daenerys, Aegon, Rolly, Franklyn, Daemon, y Edric cabalgaba en silencio sobre sus cebrallos, cada uno sumido en sus pensamientos. El viento, frío y constante, hacía eco de la solemnidad del lugar hacia el que se dirigían.
Durante el trayecto, las conversaciones se daban de manera intermitente, cada una tocando temas que oscilaban entre lo personal y lo estratégico. Una tarde, mientras cabalgaban a través de un estrecho desfiladero, Daenerys rompió el silencio.
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THE FIRST OF HIS NAME
FanfictionEn las profundidades de los misteriosos confines de Volantis, donde la magia y el misterio se funden en un torbellino de poderes antiguos, un sacerdotisa roja en trance vislumbra una visión: una figura envuelta en llamas, con cabellos de plata ondea...