El regreso de Aegon y su ejército desde los Gemelos a Rocadragón fue largo y extenuante, pero la moral estaba alta después de la contundente victoria sobre los Frey. Los estandartes ondeaban con orgullo mientras el ejército avanzaba, y Elianys volaba sobre ellos, vigilante. Aegon, a lomos de su dragona, se sentía satisfecho, aunque sabía que aún quedaban muchos desafíos por delante.
Al llegar a Rocadragón, Aegon descendió de Elianys y, al tocar tierra, vio a Daenerys esperándolo. La reina lo observaba con una mezcla de curiosidad y seriedad, como si ya supiera parte de lo ocurrido.
"Franklyn llegó hace unos días", dijo Daenerys mientras se acercaba. "Traía consigo a una mujer embarazada que decía ser la esposa de Edmure Tully. Dime que no lo has matado."
Aegon, manteniendo la calma, negó con la cabeza. "No, Edmure sigue vivo. Lo dejé en una celda en Aguasdulces, con unos pocos hombres vigilándolo."
Daenerys asintió, aunque se veía pensativa. "Enviaré una carta a Harrenhal, a Daario. Que le diga a Tristan que se dirija hacia Aguasdulces. Lo nombraré Señor de Aguasdulces y Señor Supremo del Tridente. ¿Sabes a qué casa pertenece para darle un apellido también?"
Aegon pensó por un momento antes de responder. "Creo que es de la Casa Mallister."
"Perfecto", dijo Daenerys con determinación. "Le daré ese apellido."
Aegon la observó mientras ella procesaba la situación, su mente siempre trabajando, siempre planeando. "¿Y qué hay de los Gemelos?", preguntó. "¿Quién los gobernará?"
Daenerys sonrió levemente. "Shajara es una buena opción. Fiel y eficiente."
Aegon asintió en señal de acuerdo. "Sí, es una buena opción."
Daenerys hizo una pausa antes de hablar de nuevo. "Se lo diré luego. Ahora, lo próximo es el Valle." La mención del Valle cambió ligeramente el tono de la conversación. Era el siguiente objetivo en la campaña de Daenerys para conquistar Poniente.
Aegon frunció el ceño. "Ya le hemos enviado una carta a Robin Arryn proponiéndole el matrimonio, ¿verdad?"
Daenerys asintió. "Sí. Y ha aceptado. Mañana partiremos hacia el Nido de Águilas."
La mención del matrimonio con Robin pareció pesar sobre ambos. No era un matrimonio por amor, sino una alianza estratégica que uniría a la poderosa región del Valle a la causa de Daenerys.
Aegon se cruzó de brazos, pensando en lo que estaba por venir. "¿Y qué ha dicho Robin?"
Daenerys se encogió de hombros. "Ha aceptado la propuesta sin dudarlo. El Valle pronto será nuestro."
Aegon soltó un suspiro. "Será un paso crucial. Con el Valle asegurado, el dominio sobre el resto de Poniente será mucho más fácil."
Daenerys lo miró directamente a los ojos, comprendiendo la importancia de lo que estaban a punto de hacer. "Mañana partimos juntos. Esta será una campaña decisiva."
Ambos se quedaron en silencio por un momento, sabiendo que el camino hacia el Trono de Hierro estaba lleno de alianzas, sangre y sacrificios.
Aegon se encontraba tumbado en su cama, mirando al techo mientras reflexionaba sobre las últimas semanas. La guerra avanzaba, y su lugar en todo esto seguía siendo incierto para muchos. De repente, alguien llamó a la puerta. Se levantó, algo sorprendido por la visita tan tarde.
Al abrir, vio a Janei, que acababa de regresar de la Fortaleza Roja.
"Janei, has vuelto. ¿Qué novedades traes? "preguntó Aegon, aliviado de verla.
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THE FIRST OF HIS NAME
FanfictionEn las profundidades de los misteriosos confines de Volantis, donde la magia y el misterio se funden en un torbellino de poderes antiguos, un sacerdotisa roja en trance vislumbra una visión: una figura envuelta en llamas, con cabellos de plata ondea...