A la mañana siguiente, Daenerys estaba sentada en el gran salón de Invernalia junto a Arianne, Ghysa, Khinra, Rose y Nysa. Conversaban relajadamente sobre las costumbres norteñas y las diferencias culturales entre el Sur y el Norte. Arianne, siempre crítica y curiosa, hablaba sobre lo frío y austero que le parecía el Norte en comparación con Dorne, mientras Ghysa reía, comentando lo imponente que encontraba las criptas de Invernalia. Rose y Nysa hablaban en voz baja, discutiendo lo diferente que era la vida en Invernalia comparado con sus experiencias en las ciudades del Este.
Khinra, con un tono sarcástico, añadió: "Creo que los norteños son igual de fríos que su clima. Es difícil imaginar vivir aquí mucho tiempo."
En medio de la conversación, Sansa entró en el salón con su habitual expresión tranquila, aunque su semblante mostraba algo de tensión. Se dirigió directamente a Daenerys.
"¿Podemos hablar en privado?" le pidió con firmeza.
Daenerys levantó una ceja, intrigada, y se excusó de la conversación. Ambas caminaron en silencio hacia los aposentos de Sansa. Cuando llegaron, Daenerys no pudo evitar sentirse impresionada por el lujo y el buen gusto con el que estaba decorado el cuarto. Las paredes estaban adornadas con tapices finamente bordados, y el mobiliario, aunque rústico, tenía detalles elegantes en madera oscura y terciopelo. Un fuego ardía suavemente en la chimenea, llenando el lugar de una calidez acogedora.
"Es... sorprendente," dijo Daenerys, observando el ambiente. "No esperaba que tus aposentos fueran tan... refinados."
Sansa sonrió ligeramente, pero la formalidad en su mirada no desapareció. "Me gusta rodearme de cosas bellas, aunque estemos en el Norte."
Daenerys asintió, aún estudiando el lugar. "¿De qué querías hablar?"
Sansa se acercó a una silla y se sentó, cruzando las piernas antes de responder. "Tenemos que hablar sobre Aegon."
Daenerys se giró hacia ella con desconfianza. "¿Qué pasa con Aegon?"
Sansa no dudó. "Debe resolver sus diferencias con Jon."
Daenerys suspiró y se cruzó de brazos. "Tranquila, ya sabe lo de la alianza. Está dispuesto a luchar con nosotros."
Sansa la miró fijamente. "No me refiero solo a la alianza. Debe confiar en Jon. Si no lo hace, esta guerra puede salir muy mal. Necesitamos que los dos estén en la misma página, que puedan luchar como un equipo."
Daenerys mantuvo la mirada, su tono endureciéndose. "Es normal que no confíe en él. Jon me traicionó una vez, ¿cómo esperas que Aegon simplemente lo olvide?"
La tensión creció rápidamente entre ambas mujeres. Ninguna de las dos estaba dispuesta a ceder. Sansa apretó los labios antes de hablar.
"Aegon te ama. Y te acuerdas de lo que te dije una vez, ¿verdad?"
Daenerys recordó perfectamente las palabras de Sansa. "Los hombres hacen cosas estúpidas por las mujeres que aman. Son fáciles de manipular."
Sansa asintió y añadió con calma: "Dile a Aegon que necesitas que vaya a cazar al bosque cercano. Yo haré lo mismo con Jon. Pero ninguno debe saber que el otro va."
Daenerys la miró con incredulidad. "¿Quieres dejarlos solos en un bosque, armados? Qué poco valoras la vida de Jon."
Sansa dejó escapar una leve sonrisa. "¿Estás tan segura de que Aegon mataría a Jon?"
Daenerys se rió suavemente. "Conozco muy bien a los dos. Estoy muy segura de que ninguno de los dos haría algo tan estúpido... o al menos, no sin una buena razón."
ESTÁS LEYENDO
THE FIRST OF HIS NAME
FanfictionEn las profundidades de los misteriosos confines de Volantis, donde la magia y el misterio se funden en un torbellino de poderes antiguos, un sacerdotisa roja en trance vislumbra una visión: una figura envuelta en llamas, con cabellos de plata ondea...