𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 || Baxter Radic

ᵈᵘᵒᵈᵉ́ᶜⁱᵐᵒ ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ

ᵖᵒᵛ ᴬᵛᵃ

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Lo harás espectacular, ¿sí?—dijo Ari tomándome por los hombros, suspiré nerviosa y le sonreí.

—Sí. Deséame suerte.—me alejé y me encontré con Summer, ¿que está haciendo? ¡Se supone que me tocaria con Bodhi!

—Espérense, se viene la segunda serie con una competidora especial de los Estados Unidos.—dijo el comentarista.—No querrán perdérsela.

—¿Que se supone que estás haciendo, Summer?—fruncí el ceño.— Aún puedes retirarte, para no recibir críticas.—dije sonriendo. No me agrada para nada esto.

—¿Te preocupa que te gane?

—Solo digo... Les va a parecer una falta de respeto, Summer. La gente entrena duro para esto. Compite en serio. No es un juego para divertirse.

—Lo haré mejor que tú.

Reí y fruncí el ceño mirando hacia el frente. ¿Que le pasa?

—¿Sabe surfear?—dijo Sheridan apareciéndose a nuestro lado. La ignoré pero Summer no se calló.

—Estas por averiguarlo.

—No me molestes o romperé algo más que tú patineta.—dijo Sheridan a Summer, la miré y solté una risa mientras iba hacia el agua para ya competir.

—Estamos a segundos de empezar la serie sos. Todas en sus lugares. Tran y Morehouse no pierden ni un segundo.—dijo el comentarista.— Morehouse lidera la clasificación estatal y es fácil ver por qué.

Estaba esperando mi ola, hasta que la encontré.

—Gibson va de nuevo, aferrándose al segundo lugar.—lo hice genial— Torres, de rojo, finalmente se decide y...Bien. Torres cae de cabeza de nuevo. Se le acaba el tiempo y no tiene puntos. Dicen que Torres es hija de la legendaria Margot Torres. Creo que se nota el parecido.

Miraba a Summer fijamente, no quería desconcertarme tanto. Estaba esperando mi ola para ganar puntos y no quedar fuera.

—Gran desempeño de Morehouse. Ava Gibson esta tercera.—suspiré al escuchar eso. Dirigí mi mirada hacia la orilla, estaba mi hermano, Ari, gritando mi nombre, eso me hizo sonreír y ponerme las pilas.— Necesitará un ocho o más para llegar a cuartos de final.

Sentí una presencia a mi lado, es ella, Summer esta a mi lado.

—No es facil, ¿no?—dije sin sonreír.

—No te va tan bien, princesa.—exclamó a lo que yo rodeé los ojos, pude ver esa ola. Tenía que ser mía, y lo iba a ser.

Empecé a acercarme pero Summer se metió. ¡La había perdido! Alcancé a escuchar como Marlon gritaba "¡Sal de ahí!"

Sentía una presión en mi pecho, sabía que estaba fuera. No podía soportarlo.

—¡Oh! Torres con descaro, sufres una ola ya tomada. No tendrá puntos.

El sonido de la bocina sonó, había terminado la serie y yo perdí. Quedé fuera, salí molesta del agua con ganas de llorar, sentía todo pesado. Y Summer estaba allí gritando de felicidad.

¿Está loca?

—¡Así lo hacemos en Nueva York!—grito Summer con una sonrisa.

Sin darse cuenta, sus acciones desataron una ola de dudas y decepción, arrastrando consigo la pasión y la alegría de Ava, quien encontraba en el surf un refugio de paz y libertad.

Realmente Summer no sabía lo que el surf era para Ava Gibson.

Ella simplemente lo veía como una diversión, no le importaba que lo que los otros pensaban. Lo único que quería era divertirse sin fijarse en como haría sentir a los demás al ver que hizo que Ava quedara fuera de lugar.

— ¡Oigan! ¡Surfeé una!—se dió vuelta para mirarme pero la empujé molestamente.—Oye. Bien hech- ¿Cual es su problema? Me estaba divirtiendo.

—No es un juego para divertirse, Summer.—musité molesta y con un gran nudo en mi pecho.

Al ver el resultado final, el corazón de Ava se hundió como una ola que se desploma. El surf era su pasión, su razón de ser, y estar tan cerca de los cuartos de final solo para ver cómo su amiga, Summer, competía sin el mismo nivel de compromiso, le causó una mezcla abrumadora de decepción y frustración. Mientras la arena se le escapaba entre los dedos, Ava luchaba por comprender cómo alguien podía tomar algo tan importante para ella con tanta ligereza. Desde un punto de vista omnisciente, se podía sentir la intensidad de sus emociones y el conflicto interno que surgía al enfrentarse a la traición involuntaria de su amiga.

Empecé a alejarme, una lágrima cayó por mi rostro al sentir como alguien me inclinaba hasta su pecho, era mi hermano, Ari, abrazándome fuertemente.