𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 ||
Ava Gibson, una joven sumamente apasionada por el surf y las olas junto su "casi algo", Marlon, que se encuentra sumamente extraño.
Pero eso cambiará, parece que un nuevo surfista roba su corazón.
Cuand...
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ᵖᵒᵛᴬᵛᵃ ⋆⁺₊⋆ ☀︎ ⋆⁺₊⋆
Estas pasaron, y mientras papá ayudaba a la mamá de Summer a acomodarse en el sofá, me quedé mirando a Summer. Recordaba haberla visto hablando con Baxter anoche, y no podía quitarme de la cabeza lo que podría haber dicho. Finalmente, no pude contenerme.
—Te vi con Baxter ayer... ¿qué te dijo? —pregunté, intentando sonar casual, aunque mi pecho se sentía tenso.
Summer me miró, visiblemente sorprendida por mi pregunta. Se quedó en silencio unos segundos antes de responder:
—¿Por qué lo preguntas?
Me encogí de hombros, fingiendo indiferencia.
—Solo curiosidad. Me llamó la atención verlos juntos, nada más.
Summer suspiró, como si estuviera evaluando si debía contarme o no. Finalmente, cruzó los brazos y me respondió:
—Hablamos de ti.
Eso hizo que mi corazón se detuviera por un segundo. Traté de no mostrar ninguna reacción.
—¿De mí? —pregunté, intentando sonar neutral.
—Sí. —Summer me miró directamente, con una mezcla de curiosidad y cautela—. Dijo que... le gustas. Pero también que no quiere lastimarte.
Mi mente empezó a correr. Las palabras de Summer se mezclaban con el recuerdo del beso de anoche, con la forma en que Baxter me miró justo antes de hacerlo. Mi pecho se apretó, como si no pudiera procesar lo que acababa de escuchar.
—¿Eso fue todo lo que te dijo? —pregunté en voz baja, apenas consciente de lo que hacía.
—Básicamente, sí. —Summer hizo una pausa antes de añadir con un tono algo desafiante—. ¿Por qué? ¿Te preocupa lo que piensa de ti?
Sentí que me sonrojaba, pero sacudí la cabeza rápidamente.
—No, claro que no.
Summer esbozó una leve sonrisa, como si no me creyera del todo, pero no dijo nada más. En cambio, se giró hacia su mamá y dejó que la conversación terminara ahí.
Yo, en cambio, no podía dejar de pensar en lo que me acababa de decir. ¿Le gustaba de verdad? ¿Qué significaba eso para nosotros después de lo que había pasado? ¿Y por qué seguía sintiendo tanto miedo?
Summer, después de haber dejado a su mamá acomodándose, se acercó nuevamente a mí con esa energía despreocupada que siempre la caracterizaba. Su expresión había cambiado; parecía más ligera, incluso algo juguetona.
—¿Quieres que salgamos afuera? Hace mucho que no me divierto contigo —dijo con emoción y ese tono gracioso que siempre sabía usar para sacarme una sonrisa.
