𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 || Baxter Radic

𝐗𝐗𝐗𝐈𝐗

ᵖᵒᵛ ᴬᵛᵃ

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El auto estaba lleno de risas y conversaciones animadas. Poppy y Summer hablaban emocionadas sobre la sesión de fotos, mientras Bodhi y Wren discutían sobre qué lugares visitar primero. Todo parecía tan ligero, tan fácil para ellos.

Y yo... yo intentaba seguirles el ritmo.

Había pasado una semana desde que Baxter me rompió el corazón, y aunque el dolor no se había ido del todo, me prometí que no iba a dejar que eso me arruinara este viaje. Byron Bay era una oportunidad para despejarme, para distraerme de todo lo que había pasado.

Ari había sido un gran apoyo cuando finalmente se enteró de lo que había sucedido. No me presionó para hablar, pero estuvo ahí, como siempre. Y aunque me sentía un poco más fuerte con su apoyo, el vacío en mi pecho seguía presente.

Miré de reojo a Wren. No estaba segura de si ella sabía sobre Baxter y yo. No me había preguntado nada, y yo tampoco mencioné el tema. Tal vez él no le había dicho nada. Tal vez ni siquiera lo consideró importante como para compartirlo con su hermana.

El pensamiento dolió más de lo que esperaba, así que lo empujé al fondo de mi mente.

—Ava, ¿a dónde quieres ir primero cuando lleguemos? —preguntó Summer, girándose hacia mí con una sonrisa.

Tragué el nudo en mi garganta y forcé una sonrisa.

—A la playa —respondí, tratando de sonar entusiasmada—. Quiero sentir el agua en mis pies.

Poppy me miró de reojo, como si intentara descifrar si mi entusiasmo era real o solo una fachada. Pero no dijo nada. Solo sonrió y asintió.

—Buena elección. Vamos a divertirnos, ¿sí?

Asentí. Sí, eso quería. Divertirme, olvidar, y aunque fuera por unos días, sentir que mi corazón no seguía atrapado en alguien que nunca me quiso de verdad.

El auto se llenó de gritos de emoción mientras nos acercábamos a la costa. A través de la ventana, podía ver el océano extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista, el sol reflejándose en las olas y la brisa moviendo las palmeras.

Por un momento, dejé de pensar en todo lo que había pasado. Solo sentí la emoción del momento, la sensación de estar en un lugar hermoso, lejos de todo lo que me pesaba en casa.

—¡Vamos a la playa ahora mismo! —exclamó Summer, sacando su teléfono para tomar fotos—. Necesitamos fotos de nuestra llegada.

Poppy rió mientras se estiraba en su asiento.

—Dame cinco minutos para bajarme del auto antes de que me pongas a posar.

Bodhi sonrió y asintió.