𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 || Baxter Radic

𝐗𝐕𝐈

pov Ava

Habían pasado las horas. Ya se habían ido. Y yo me encontraba en mi habitación.

Ari ya me había notado mal.

El sonido de la puerta al abrirse me sacó de mi trance. No hacía falta mirar para saber quién era. La manera en que Ari siempre entraba en mi habitación, sin llamar, sin esperar a que le dijera que lo hiciera, me era tan familiar que ya no me sorprendía.

—¿Qué pasa?— preguntó, su tono suave, pero con esa sensación de que sabía que algo no estaba bien. Ari nunca necesitaba que le dijera mucho. Lo conocía demasiado bien.

Me giré hacia él, intentando forzar una sonrisa que seguro no se veía convincente. — Nada, solo... estaba pensando.

—Pensando en qué?— Se acercó un par de pasos, levantando una ceja como si no le fuera a mentir.

Me mordí el labio, sintiendo la familiaridad de su presencia. Ari había sido mi refugio desde siempre. La única persona en la que confiaba completamente, el único que realmente sabía lo que me pasaba, incluso cuando no le decía nada. Pero últimamente no era tan fácil estar cerca de él. La distancia que se había formado entre nosotros, aunque pequeña, se sentía como un abismo.

—No sé... Es solo que...— dudé, buscando las palabras.— A veces siento que no tengo idea de lo que está pasando. Todo esto con Baxter, la ansiedad, lo que siento... Es como si no pudiera controlarlo, Ari.

Al decirlo, podía sentir cómo el aire en la habitación se volvía más pesado.

Ari no respondió de inmediato. En lugar de eso, se quedó mirando hacia la ventana, sus ojos fijos en algo que no estaba ahí. La tensión entre nosotros se extendió, como si de repente él estuviera tomando en cuenta todo lo que había pasado sin querer.

Por un momento, me pregunté si había dicho demasiado. Tal vez me había adelantado, no quería que Ari me viera como una tonta, preocupada por alguien a quien apenas conocía.

Finalmente, Ari soltó un suspiro bajo y profundo. — Ava...— su voz era suave, pero había algo que no lograba leer.

Miré a mi hermano, buscando algo en sus ojos que me dijera qué pensaba, pero no había mucho ahí. Solo silencio.

—¿Qué pasó con Baxter?— preguntó, sin mostrar signos de enojo, pero tampoco de entusiasmo. Solo... una calma que me desconcertó aún más.

— Es solo que... no sé si me está jugando o si lo que siento es real. Nos besamos, Ari. Y no sé qué significa.

Ari permaneció callado, y eso me hizo sentir aún más vulnerable. El silencio entre nosotros parecía llenar la habitación de preguntas no dichas. Finalmente, él asintió lentamente, pero no dijo nada más.

—Y qué sientes?— preguntó, después de lo que pareció una eternidad.

Me sentí atrapada. No podía mentirle, pero tampoco sabía cómo explicarlo.—No estoy segura. Es solo... que me da miedo, Ari. Todo esto me da miedo.