𝐋𝐗

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ᵖᵒᵛ ᴮᵃˣᵗᵉʳ⋆⁺₊⋆ 🌊 ⋆⁺₊⋆

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ᵖᵒᵛ ᴮᵃˣᵗᵉʳ
⋆⁺₊⋆ 🌊 ⋆⁺₊⋆

La forma en que me miró...
Fue tan breve, tan contenida, pero me atravesó.

No me dijo nada más.
Y tal vez no tenía que hacerlo.

Sus ojos, su silencio, su manera de asentir como si no supiera si creerme... dolía.
Y lo peor era saber que tenía razón.

Yo me acerqué porque la necesitaba cerca.
Porque verla ahí, tan tranquila, comiendo uvas como si todo estuviera bien, me desarmó más que cualquier grito.

Pero también sabía que ella no lo estaba.
Lo supe por cómo evitaba mirarme por más de un segundo.
Por cómo se le tensaba la mandíbula cada vez que yo decía su nombre.

Yo le fallé.
Aunque nunca fue mi intención, aunque lo que pasó con Summer no significó lo que debería... igual la herí.

Y ahora la tenía enfrente, sentada en la sombra con esa mezcla de paz fingida y orgullo a medias que tanto la define.
La Ava que se guarda todo.
La que sonríe cuando se está rompiendo.

Me quedé quieto un segundo, queriendo decir algo más.
Algo que la hiciera quedarse, confiar, mirarme distinto.
Pero nada salió.

Solo pude verla mientras se levantaba, lista para surfear.

Y pensé que si ella podía seguir, entonces yo también tenía que intentarlo.
No rendirme todavía.

No con ella.

—Después de un 6,2 de su compañero Griff Temple, Baxter Radic rema para unirse a sus rivales interestatales —anunció la voz del juez, fuerte, retumbando por los parlantes.

Me acomodé la pulsera en la muñeca, me pasé una mano por el pelo y tomé aire.
El sol golpeaba en el centro del pecho como un recordatorio de que esto era real.
De que no había tiempo para pensar en nada más.

Pero ahí estaba ella.
Ava.
A unos metros, comiendo uvas y mirando hacia otro lado, como si no estuviera mirando.
Pero yo sabía que lo hacía.
Que me sentía.

Me giré hacia Griff, que me levantó el pulgar y asintió.
Su puntaje había sido sólido, pero no suficiente.
Ahora era mi turno.
Mi responsabilidad.

Caminé hacia la orilla con la tabla bajo el brazo.
Cada paso sobre la arena parecía más pesado de lo normal.

¿Y si fallaba?

No por el torneo.
Sino por mí.
Por todo lo que no dije.
Por todo lo que sí hice.

Me metí al agua, sentí la temperatura subir en la piel mientras remaba hacia afuera.
El mundo se achicó al sonido de las olas, del mar cortado por mi tabla, del corazón golpeando en el pecho.
Adelante, los rivales ya estaban listos.

𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 ||  Baxter RadicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora