𝐋𝐗𝐈𝐈𝐈

193 16 3
                                        

ᵖᵒᵛ ᴮᵃˣᵗᵉʳ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ᵖᵒᵛ ᴮᵃˣᵗᵉʳ

﹒⌗﹒🌊﹒౨ৎ˚₊‧

Ava se quedó en silencio, pero esa clase de silencio que grita. Bajó la mirada apenas, como si se estuviera conteniendo. Y cuando habló, lo hizo sin elevar la voz, pero cada palabra fue un golpe seco.

—Yo no te hice nada, Baxter. No te hice nada para que sufras. No soy la mala de tu historia.

Me la quedé mirando, sintiendo cómo algo se me encendía en el pecho. ¿De verdad creía que esto era tan simple?

—¿Y eso qué? ¿Significa que no puedo dolerme? —le solté, dando un paso más cerca—. ¿Que como vos no me rompiste "a propósito", entonces no tengo derecho a estar así?

Ella apretó los labios, la respiración se le agitó. Yo también estaba tratando de mantener el control, pero no me salía.

—Me alejaste, Ava. Me empujaste cuando más te necesitaba. Y después te fuiste, como si todo lo que vivimos no significara nada. ¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿Aplaudirte?

—¡No me fui! —gritó, por primera vez rompiendo el tono—. ¡Me estaba cuidando! ¡No sabía cómo hacer para seguir sintiéndome yo cuando todo se desmoronaba!

Me mordí la lengua. Había tanto que quería decirle. Tantas veces quise gritarle esto. Pero ahora que lo tenía enfrente, ahora que estábamos sacando todo... no sabía si era el peor momento, o el único posible.

—¿Y yo qué? ¿No me desmoroné también? ¿No te extrañé cada segundo desde que te fuiste? —le dije más bajo, la voz más rota que firme—. No tenés idea lo que fue no saber en qué momento me dejaste de mirar como antes.

Ella parpadeó rápido, pero no lloró. No lo iba a hacer frente a mí, lo conocía. Y eso dolía más todavía.

Me pasé la mano por la nuca, sin saber cómo calmar todo eso que me estaba ardiendo adentro.

—Vos decís que no me hiciste nada, pero... Ava, a veces lo que más duele es lo que no se dice. Lo que se calla. Lo que se deja morir en silencio.

El silencio se hizo tan espeso que parecía que nos tragaba a los dos.

Ava bajó apenas la mirada, y cuando volvió a alzarla, sus ojos tenían esa mezcla de orgullo y dolor que conocía demasiado bien. Y su voz... su voz temblaba, como si la estuviera sosteniendo con lo poco que le quedaba.

—¿Y vos? —dijo, sin gritar, sin empujar, pero con cada sílaba perforándome el pecho—. ¿Te acordás de que me besaste... y a la semana siguiente estabas besando a Summer?

Me congelé.

Sentí cómo se me apagaba todo. Cómo se me aflojaban los hombros, como si no supiera dónde pararme. Porque no podía negar que había pasado. Porque aunque intentara explicarlo mil veces, aunque supiera que no fue lo que ella creía... seguía siendo real.

𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 ||  Baxter RadicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora