𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 || Baxter Radic

𝐗𝐗𝐕

ᵖᵒᵛ ᴬᵛᵃ

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El entrenamiento ya había terminado, y la gente comenzaba a dispersarse en todas direcciones. El aire de la tarde, fresco y cargado de sal, me rodeaba, pero algo me pesaba en el pecho. Caminé por el lado del gimnasio, mis pasos más lentos de lo que debería. Miré alrededor, buscando una cara familiar que no fuera Baxter. No podía negar que aún me sentía extraña después de todo lo que había pasado, y no era solo por la conversación con Summer.

Me di cuenta de que, sin darme cuenta, había ido a buscar a Ari. Era algo que solíamos hacer antes, en esos días cuando las cosas no estaban tan complicadas, cuando nos entendíamos sin tener que decir mucho. Desde que Summer vino a nuestra vida, se había alejado. Después, con la llegada de Wren, se había distanciado aún más. Y ahora, sentía que todo eso se había ido más allá de la relación con ella. No sabía qué pasaba, pero me sentía... sola. Más sola que nunca.

Ari estaba cerca de la salida, hablando con algunos chicos, pero vi que se dio cuenta de mi presencia. Se detuvo, un poco vacilante al principio, como si no supiera si quería hablar conmigo o no. Había algo en su mirada que me hizo sentir que había algo entre nosotros que se había roto, algo que no sabía cómo arreglar.

Me acerqué a él, mi voz algo nerviosa cuando finalmente rompí el silencio.

—Oye, Ari... ¿tienes un momento?

Él me miró por un momento, y luego asintió, dándose la vuelta hacia los chicos con los que estaba hablando, despidiéndose de ellos con un gesto de la mano. Cuando me miró de nuevo, pude ver la familiaridad en su expresión, pero también una barrera que no había antes. Como si algo hubiera cambiado, y no sabía cómo dar un paso para recuperar lo que habíamos tenido.

—¿Qué pasa? —me preguntó, su tono un poco más distante de lo que recordaba.

Intenté sonreír, pero no salió como esperaba.

—Solo... hace mucho que no hablamos —dije, sintiéndome algo tonta por decirlo tan directamente, pero no sabía cómo más abordar el tema. El espacio que había entre nosotros se sentía enorme, y todo lo que quería era que las cosas volvieran a ser como antes.

Ari frunció el ceño, mirándome más intensamente ahora, como si intentara encontrar algo más detrás de mis palabras.

—Lo sé —dijo finalmente, y su voz sonó más cansada de lo que había esperado—. He estado ocupado. Con Wren, con el equipo, sabes... cosas.

Eso me dolió un poco. Me dolió que estuviera tan centrado en todo lo que no era yo, pero no quería que él lo notara.

—Sí, yo también... —respondí, bajando la mirada hacia el suelo, incómoda. Mi voz se apagó por un momento antes de que continuara—. Pero siento que ya no estamos tan cerca como antes. ¿Sabes? Como si todo estuviera cambiando y no supiera cómo seguir el ritmo.