𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 ||
Ava Gibson, una joven sumamente apasionada por el surf y las olas junto su "casi algo", Marlon, que se encuentra sumamente extraño.
Pero eso cambiará, parece que un nuevo surfista roba su corazón.
Cuand...
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Al llegar al centro deportivo anchor cove, Manu les dijo: — Presten atención. Y no sean insolentes. No se lo hagan mas difícil.
Dicho eso se fue. Yo solo reí y mire a Bodhi quien dijo: Pobre Manu.
Poppy dijo: — Lo se. Es imposible que el nuevo entrenador sea mejor.
Yo simplemente mire que Wren saludo a los lejos con un: —Aquí equipo. Y Ari la observó y saludó con una sonrisa. Wren entró adentro y Summer elle dijo a Ari: —Ve. Corre hacia ella.
—¿Algún problema?—dijo Ari viéndola. Yo mire a Summer sin entender. Así que Poppy habló:
—Wren le dijo "mocosa" en la cara.— Dicho eso se fue y yo simplemente no me quería entrometerme y fui con Poppy.
Al entrar pude ver como estos dos entraban detrás de mi. Wren se acercó y abrazó a Summer diciéndole: Me alegra que estes aquí.
Summer simplemente la miró raro. Wren beso a Ari y yo simplemente le dije: —Hola Wren.
—Hola Ava. La entrenadora es mi hermana—Dijo Wren mirandonos a los tres, yo al ver la nueva entrenadora y enterarme que era su hermana quedé impresionada. Parecía una entrenadora que exigía mucho..
Elo Radic nos observaba con una mirada fija y decidida, su voz cortante llenaba la sala mientras nos hablaba.
—Felicitaciones por entrar al Equipo Estatal de Victoria. No es poca cosa. —Dijo con tono autoritario, como si cada palabra fuera una lección que no podíamos ignorar—. Es una pena que no hayan ganado un título nacional en... 20 años. ¿O más? Bueno, por suerte para ustedes, entrené al equipo de Queensland que ganó tres años seguidos.
Sus palabras caían pesadas, y sentí cómo la presión de sus expectativas nos aplastaba un poco más con cada frase.
—La realidad es que el surf es un deporte individual, pero es mi trabajo descubrir qué los motiva y hacer que den todo en el agua —agregó, sin perder la compostura.
Me sentí agotada al instante. El entrenamiento estaba siendo mucho más exigente de lo que imaginaba, y mi cuerpo comenzaba a quejarse. Intenté seguir el ritmo, pero pronto dejé de hacer el ejercicio, buscando un momento para recuperar el aliento.
Fue entonces cuando levanté la vista y vi a Baxter entrando en la sala. Su mirada relajada y su sonrisa tranquila eran un contraste perfecto con la energía tensa que había creado Elo.
Antes de que pudiera reaccionar, Baxter se acercó a su hermana con un tono burlón.
—Lo siento, hermana. ¿Me perdí tu gran discurso? —dijo, como si no le importara en lo más mínimo.