𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 ||
Ava Gibson, una joven sumamente apasionada por el surf y las olas junto su "casi algo", Marlon, que se encuentra sumamente extraño.
Pero eso cambiará, parece que un nuevo surfista roba su corazón.
Cuand...
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ᵖᵒᵛᴬᵛᵃ
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Summer se acercó despacio. La vi desde el marco de la puerta, parada con esa forma suya de no saber si quedarse o irse. Bajó la mirada apenas, como si le pesara algo invisible. Y por un segundo, no supe qué decirle. No porque no tuviera cosas para decirle —tenía demasiadas—, sino porque no sabía si iba a decirlas bien.
—Perdón —murmuró, casi sin mirarme—. Por estar en tu casa, por no entenderte... por no haber sabido cómo ayudarte.
Su voz era suave, quebrada. Pero no falsa.
Y eso me desarmó.
No dije nada de inmediato. Me quedé ahí, parada, con las palabras trabadas en la garganta. Podía sentir cómo mi pecho subía y bajaba, lento, como si mi cuerpo intentara mantenerse en calma.
Pensé en todo lo que había pasado. En las veces que me sentí sola aun estando rodeada. En esa sensación constante de no ser suficiente. En lo que me tragaba por no preocupar a nadie. En lo mucho que me dolía no poder decir todo, no poder explicar todo.
Y también pensé en Ari. En cómo siempre me había sostenido, incluso cuando él tampoco sabía cómo. En cómo me miraba y parecía entender lo que otros ni siquiera notaban. Pensé en Baxter, en su voz temblando cuando me dijo que le daba miedo todo lo que sentía. Y en ese beso. Y en la forma en la que todo terminó.
Todo eso seguía ahí. Latente. Mezclado con mi respiración.
Y sin embargo, en ese instante... solo podía mirar a Summer. A ella, con su disculpa colgando entre nosotras, con esa culpa honesta en los ojos.
Me acerqué.
La abracé.
No fue un abrazo largo ni perfecto. Pero fue real. Sentí sus brazos rodearme, un poco temblorosos, y me quedé ahí. Con los ojos cerrados, dejando que ese gesto hiciera lo que las palabras no podían.
—Te quiero, Summer —susurré, apenas audible—. Y yo también lo siento.
Porque sí, lo sentía.
Sentía el dolor, la distancia, las cosas que no dijimos a tiempo. Pero también sentía que, en el fondo, todavía estábamos tratando. A nuestra manera.
Y eso... eso significaba algo.
(...)
ᵖᵒᵛᔆᵘᵐᵐᵉʳ °❀⋆.ೃ࿔*:･
No sabía si acercarme. No sabía si ella me iba a mirar con ese vacío en los ojos o si simplemente iba a cerrar la puerta en mi cara. Pero igual fui. No podía quedarme con eso adentro.
