𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘖𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 || Baxter Radic

𝐋𝐈𝐈𝐈

ᵖᵒᵛ ᴬᵛᵃ
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Salí de la carpa despacio, estirándome un poco mientras el aire fresco de la mañana me despejaba. El mar estaba tranquilo, y todavía quedaban rastros del rocío sobre la lona de las carpas. Me recogí el cabello en un rodete desprolijo y empecé a caminar sin rumbo fijo, solo con ganas de moverme un poco.

Tenía la cabeza llena de flashes de anoche.
La arena, el mar, la risa de Baxter cuando me levantó en brazos.
Ese beso.
Esa forma en la que me miró.

No podía evitar sonreír al recordarlo. Por primera vez en mucho tiempo, me sentía... cómoda. Cuidada. Como si todo lo que había pasado entre nosotros empezara, poco a poco, a encontrar su lugar.

Doblé por uno de los pasillos entre carpas, distraída. Y entonces, me detuve.

Ahí estaban.
Ari.
Summer.

Apoyados contra la parte trasera de una carpa, medio escondidos. Él con una mano en su cintura. Ella con su cara cerca de la de él. Muy cerca.
Demasiado.

Se besaron.

Los miré apenas unos segundos. Fue inevitable.

No fue un beso rápido ni un error.
Fue uno de esos que tienen práctica.

Fruncí apenas el ceño.

No dije nada. No hice ruido. Solo me quedé quieta, observando... hasta que me giré y me fui por donde había venido.

No me dolió.
No me partió nada por dentro.
Solo... me molestó.

No por Ari. Ni siquiera por Wren.
Me molestó por Summer.

Por esas veces que le sonreía de más a Baxter.
Por cómo se reía con todo lo que él decía.
Por cómo lo miraba cuando pensaba que nadie la veía.

Caminé más rápido, con las manos en los bolsillos del buzo.
No estaba enojada. Tampoco celosa.
Solo... incómoda.

Como cuando algo no encaja.
Como cuando alguien no es quien pensabas.

No dije nada.
Ni lo iba a hacer.
Pero algo, dentro mío, se había corrido de lugar.

No entiendo cómo pueden hacer eso tan abierto, sin importarles nada.
Y Summer... ella me sonríe como si nada, pero sé que algo pasa.
No sé qué busca con Baxter, pero no pienso perderla.
Me molesta, claro. Me saca de foco.
Pero ella es mi mejor amiga.
Voy a guardar esto para mí, no necesito drama ahora.
Después veremos qué hago con todo esto.

(...)

El sol empezaba a calentar cuando llegamos a la playa. La arena aún fresca y el sonido constante del mar creaban un aire de calma antes del entrenamiento.