Capítulo 77

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Hola, bienvenid@s al final de Estocolmo. Serán 3 capítulos, y cómo últimos libros les pido que comenten, lloren y griten en el chat.

Llegue para narrarles lo hermosamente trágico.

Gracias por leerme.
Las quiere para siempre.

Isabel.

Tayler Aragon de Walker.
🗡️

Juego final.

Me inclino al charco de sangre con un Carsten lleno de gritos de lamentos; lamentos que sí hace años, que supliqué que no quería hacerlo. Tirado de rodillas me inclino, empujándolo con una patada que lo manda al suelo.

Saco mi daga, escucho los gritos de negación pero no puedo hacerlo, tampoco se van a acercar, jamás me llevarían la contraria a mí, así que sonrío a su cara sudada, el hombre elegante se mantiene con el mentón en alto.

—Te daré la misma oportunidad que me has dado en la vida —me hago trizas la camisa, debajo del tatuaje en mi tórax está la marca que me hizo cuando me obligó a abusar de una chica, la cuál estoy seguro me quería—. Espero que mueras, Carsten o huyas por tu vida.

Entierro la daga en la parte baja de pecho, atravesando el hueso, y me detengo, la sangre burbujea, lucha contra mí, estoy más furioso, y soy más fuerte.

—Sólo espero... —lo miro a los ojos como una presa más en mi lista— que mueras.

—¡León...! Hijo. No. —aúlla. Sus ojos verdes con una mancha ámbar se apagan—. No...

—¡León! —el grito de Dominik sólo hace que me levante, sacando la daga.

Los tímpanos me zumban y veo a los habitantes que son niños mayormente pero diviso al bastardo entrando por la puerta y una pelinegra corre hacia él.

No escucho los gritos de la mujer, que es la hermana de mi esposa la cuál no deja de gritar al ver medio muerto a el que era mi padre. Le toma la mano aún con el bastardo de Dominik abrazándola.

—Consérvalo cómo recordatorio de lo que le pasará a tus bastardos si se me atraviesan en el camino —advierto, Dominik es un inútil e idiota pero es un Aragon que me ha tenido respeto, sé que jamás me ha apuñalado y por eso le regalo esto—. Si no salen de aquí los voy a matar a todos y cada uno ya que, volare este lugar en mil pedazos.

Veo el cuerpo de Carsten y no siento absolutamente nada. Es una sensación que no me llena y por eso salgo del maldito lugar. Mis hombres ponen explosivos por el lugar, el bastardo que tanto odio trae a su mujer y camina a mi lado mientras trato de que la pantalla en mi antebrazo deslice pero los dedos están llenos de sangre después de guardar la daga.

Estoy tratando de mantenerme tranquilo, de no ceder a mis impulsos...

—Estará bien, Lovely es fuerte —dice el bastardo, pero ni siquiera lo determino porque creí que se había largado.

Me voy hacia el bufón que viene corriendo y jadeando entre los demás hombres de la
Mafia que deambulan a gritos y órdenes por la propiedad.

—Lo tengo —me entrega la pantalla—. Son los dos bebés. Y el otro está kilómetros lejos de la propiedad.

El corazón más me aprieta con fuerza, liberando púas que atascan mi tráquea.

𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) ©  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora