En otra vida - ¿Piensas robarle la novia a tu hermano?

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España 1905

El gran salón de la mansión estaba completamente lleno de personas. Invitados a la noche que durante semanas habían estado esperando las familias de Monel y Kara. Era la fiesta de compromiso de la joven pareja y había muchas caras conocidas en la lujosa mansión, amigos de sus padres que había venido desde todos lados, incluso familiares que junto con los padres de Monel habían viajado desde Inglaterra solo para presencias ese momento.

Era demás decir que la mansión estaba llena de personas en esos días.

Lena se sintió como un insecto desde que saludo a sus padres cuando llegaron a la hacienda. Ellos aún no la podían perdonar y la miraban justo como eso, como un insecto al que tenían que soportar solo por las apariencias.

Su padre apenas si le dirigió la palabra y su madre ni siquiera se molestó en mirarla, toda su atención fue para su hermano y su futura nuera.

Sinceramente a estas alturas a Lena no le importaba en lo más mínimo, había aprendido a librarse de todo el desprecio de sus padres. Si algún día ellos querían volver a acercarse, los recibiría con los brazos abiertos, pero mientras tanto, los ignoraría al igual que ellos a ella.

La joven heredera busco a Alex entre la multitud de personas. La encontró con su uniforme de gala mientras ofrecía aperitivos y bebidas, caminó hasta ella y la apartó un poco de la gente jalándola con delicadeza del brazo.

— ¿Dónde está Kara?

— No pude hablar con ella señorita. — le dijo Alex. — Su señora madre eligió a Sam para ayudarla a arreglarse, y a mí me mando a la cocina.

— Y por qué no le dijiste a Sam que le diera mi mensaje.

— Tampoco pude hablar con ella.

Lena se llevó las manos a la cara con desesperación. Las cosas se estaban complicando un poco, pero aún tenía oportunidades que aprovechar. La noche era larga.

— Está bien. Pasemos al plan B. — dijo Lena tratando de ser muy optimista.

— ¿Plan B?

— Sigo contando contigo, ¿verdad?

— Claro que sí señorita. — aceptó Alex con una enorme sonrisa en los labios.

— Muy bien, necesito que hagas...

Lena se acercó al oído de Alex para susurrarle el resto del plan y en cuanto la joven sirvienta lo escucho le pareció la cosa más divertida del mundo. No importaba cuantas veces Lena reencarnara, nunca perdía su ingenio y su don para meterlas en problemas.

El reloj de salón casi marcaba las diez de la noche cuando Kara por fin apareció atrayendo las miradas de todos los presentes, incluida por supuesto, Lena que estaba detrás de una columna observándola desde lejos.

Monel fue a su encuentro y la llevo hasta el centro del salón de la mano, la verdad era que hacían una linda pareja. Los padres de Kara y los de Lena se unieron a ellos e iniciaron con el discurso que tenían preparado.

Fue cuando Lena le dio la señal a Alex para que iniciara con el plan.

La chica llevaba las copas para el brindis y lo que tenía que hacer era accidentalmente dejarle caer todo encima a la madre de Lena. La mujer enloquecería y en medio del alboroto Lena apagaría las luces del salón, tendría solo unos segundos para llegar a Kara y sacarla de ahí sin que nadie se diera cuenta. Alex hiso lo acordado y sorprendentemente todo salió según lo esperaban. En medio del desconcierto y de los gritos de una que otra damisela, Lena logro sacar a Kara tapándole la boca para que no hiciera ruido y la condujo por un pasillo hacia el despacho de Monel.

Cuando el amor se convierte en odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora