Algo raro pasó

Capítulo 26

26

El domingo no hacemos nada especial. Quedo un rato con todas mis amigas y luego invito a Ángel a mi casa. Es como si no se atreviese a proponer nada nunca. En ciertos momentos me aburro, la verdad. Se marcha antes de cenar porque le da vergüenza que estén mi hermano y mi madre danzando por la casa. Me quedo sola, mirando la televisión y cenando un sándwich.

La semana trascurre igual. Cartas para Maca. Cartas para mí, porque tengo que enterarme de lo que ha pasado con sus chicos, aunque algo nos contaron el domingo. Nos encanta escribirnos. Lo malo es que cada vez tenemos menos tiempo porque se va acercando el momento de los temidos parciales.

Esos dos meses antes de navidad son anodinos. Los chicos siguen viniendo los fines de semana a casa. Nosotras nos marchamos antes. Ahora vamos a la otra discoteca o a los bares pijos que están en una de las plazas. Nos estamos dividiendo un poco como grupo. Cata y Marian van más por la zona de bares que frecuentan Enrique y compañía porque es allí donde se ven con los chicos que están conociendo. Nosotras nos alejamos un poco de todo y de todos. A ratos nos vemos en algún bar.

Se nota que vamos teniendo distintos intereses. Maca ha estado quedando muchísimo con Enrique. Le ha confesado que es virgen y que no va a dejar de serlo tan rápido. Este dato es importante porque aparentemente Enrique piensa solo en follarse a todas las chicas guapas de la ciudad.

Una de esas noches, estaba, yo, sola en el salón de mi casa. Me encontraba triste porque casi no veía a Ángel y no me acostumbrada a verme tan sola. Enrique vino, nos pusimos a hablar y me cogió la cara con las dos manos. Estuvimos a punto de besarnos, pero en el último momento me soltó y me dijo que conmigo sería un terrible error porque me quería de verdad. En ese momento sonó el timbre y era Ángel.

En esos dos meses me notaba un poco descontrolada. Como si quisiera salir de algo y no encontrase la manera.