No Me Dejes

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Ante la pregunta de Rashta, el Duque Elgy sonrió como si no hubiera escuchado correctamente.

«¿Qué?»


«De lo contrario, ¿por qué todos están siendo tan... groseros con Rashta?»

Los ojos de Rashta se enrojecieron mientras hablaba con tristeza. Era la primera fiesta de té que había celebrado sintiéndose tan feliz, en la que había trabajado duramente.



La primera fiesta de té para acercarse a todos había sido arruinada.


Quedaron más personas que las que siguieron al Marqués Farang. Pero después de que el Marqués y cerca de un tercio de los nobles se fueron, la atmósfera entre las personas restantes fue muy extraña.



Una gran parte de ellos intercambiaron miradas entre sí y se reían. Y aunque muchos otros trataron de animarla hablando mal del Marqués Farang, la atención de Rashta estaba centrada principalmente en aquellos que se estaban riendo.

«Oh, es eso.»



El Duque Elgy sonrió ligeramente.

Mientras ella estaba profundamente enojada, el Duque tenía una actitud despreocupada como si todo su enojo fuera irrelevante.



Cuando Rashta lo fulminó con la mirada, enfurecida, el Duque Elgy dijo con una sonrisa.

«Sigues siendo ingenua.»



«¡!»

¿Esperabas que todos mostraran una reacción favorable hacia Su Majestad la Emperatriz?»



«¿Qué quieres decir...?»

«Su Majestad la Emperatriz tuvo que elegir entre la nobleza y los plebeyos.»



El Duque Elgy miró a Rashta con una actitud de, '¿lo entiendes?'

«No estabas en posición de elegir a todos. Por eso la mejor opción eran los plebeyos.»



Rashta gritó exasperada.

«¡Me dijiste que tendría el apoyo de los plebeyos, pero nunca me dijiste que me convertiría en enemiga de los nobles!»



El Duque Elgy seguía imperturbable.

«La reacción de los ciudadanos hacia la Emperatriz Navier durante el desfile. Y la reacción de los ciudadanos hacia Su Majestad la Emperatriz Rashta. ¿Has comparado las dos?»



«Eso...»

«Esa reacción se obtuvo porque se eligió a la mayoría de los ciudadanos, los plebeyos. Lo que sucedió hoy fue debido a eso.»

La emperatriz divorciadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora