Ten Cuidado Con Lo Que Deseas

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He estado aquí esperando la oportunidad de vengarme de Rashta, ¿cómo pudo ocurrir esto?'


Le alegró reencontrarse con su padre. Pero ahora debía huir de la nada sin poder disfrutar de esa alegría porque su padre y su hermano iban a morir.




Si bien su padre era una persona codiciosa, no lo creía capaz de tramar algo de tal magnitud. Por otro lado, su hermano era tonto y se dejaba llevar por las emociones, definitivamente no era alguien que pudiera planear esto.Estaba convencida de que no podía ser cierto. No creía ni una sola palabra. Sin embargo, la expresión del Vizconde Roteschu era muy seria, por lo que no parecía estar bromeando.Al ver a Rivetti abrumada, los ojos del Vizconde Roteschu volvieron a llenarse de lágrimas.Ningún padre querría decirle a sus hijos que era una mala persona.


El Vizconde Roteschu pensaba lo mismo, por eso nunca le contó a sus hijos que chantajeaba a Rashta para sacarle dinero.

Pero ahora tenía que asumir la culpa de un error que no había cometido.




«Y cuando alguien te pregunte por tu padre y tu hermano, di que no te llevabas bien con ellos, que tenías un padre y un hermano terribles, que ni siquiera la comunicación con ellos era buena. ¿Lo entiendes?»

«Padre, esto no me gusta. Es extraño. Quiero ver a Su Majestad. ¡Le diré a Su Majestad que mi padre no tiene nada que ver en esto!»



«¡De ninguna manera! Su Majestad está siendo bondadoso al permitir que tú y tu madre se salven, ¡así que no debes hacerlo enojar!»

«Padre...»

Rivetti sacudía la cabeza mientras lloraba. De repente, el Vizconde Roteschu dejó de consolarla y se dio la vuelta con frialdad.



La tristeza se convirtió rápidamente en ira hacia Rashta.

¿De repente Alan se convirtió en el padre de la princesa? El Vizconde Roteschu no podía creerlo. Sin embargo, no había ninguna razón para que el emperador, deseoso de tener un descendiente, hiciera deliberadamente un escándalo de que la princesa no era su verdadera hija.Así que estaba claro que había sido obra de Rashta. Al verse sin escapatoria, había arrastrado deliberadamente a Alan, haciendo creer que había tenido una aventura con él por la que quedó embarazada de la princesa.'Además, se atrevió a intentar matar a mi hija. ¡Todo para vengarse del pasado!'El Vizconde Roteschu apretó los dientes y los puños. Aunque el Emperador Sovieshu no lo hubiera dicho, iba a llevarse a Rashta con él al infierno.***

«¡Ta-da!»



Nian se había ido con el Vizconde Langdel a un hermoso lugar para pasar unos días solos. Nian regresó con las manos llenas de regalos, y un rostro muy brillante.«Increíble. ¿Cómo puede brillar tanto el rostro de una persona?»Laura exclamó impresionada en cuanto la vio.Nian se rió y entregó un regalo a cada una de mis damas de compañía.Mientras lo hacía, entró Rose, que había salido por un rato.«Su Majestad, el Vizconde Langdel está afuera. Creo que ya han vuelto. Dijo que iba de vacaciones, pero su rostro luce demacrado... ¡Oh, Dios mío! ¡Nian!»

La emperatriz divorciadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora