Pogo se estaba riendo a carcajadas y Freddy no lograba entender qué era lo que estaba viendo en ese momento. La paliza de Conway debía haber afectado a Gustabo y se había vuelto loco. El emperador aún agachado le agarraba del pelo y lo observaba tan sorprendido como Freddy. Era como si estuviesen ante una persona completamente diferente.
Poco a poco Pogo al fin dejó de reírse y el comandante salió del shock inicial, así que logró preguntar de forma entrecortada.
—¿Gus... Gustabo?
Pogo, aún sonriendo y en un movimiento muy lento, se llevó el dedo índice de la mano derecha a los labios y dijo susurrando:
—Sssssshhhh... Gustabín está durmiendo, déjalo dormir.
Los dos hombres continuaban observando a aquel extraño Gustabo, analizándolo. ¿Era aquello algún tipo de truco? ¿Estaba fingiendo? Y, sin embargo, la risa había sido escalofriante, su expresión burlona era diferente a la que había mostrado anteriormente. Aquellos fríos ojos azulados eran como hielo sin alma ni sentimientos. Era una persona completamente distinta. Conway entrecerró los ojos y arrugó la frente.
—¿Quién cojones eres tú? —preguntó con su voz grave.
—Yo soy el secreto de Gustabo, la razón por la que vive en un bosque. YO SOY POGO —. Esto último lo dijo alzando mucho la voz y con un tono agudo y lastimoso.
De forma instintiva, Freddy dio unos pasos hacia atrás para quedar fuera del alcance de las cadenas. Mientras que Conway simplemente le soltó el pelo con un gesto de repugnancia y se incorporó con aire de superioridad. Al quedar libre de la sujección del emperador, Pogo cabeceó y quedó con la cabeza agachada. Durante un momento, todo se quedó en silencio, solo un suave tintineo parecía hacerse eco en la celda. El pelo despeinado de Pogo le cubrió el rostro y Freddy, desde su posición, apenas podía distinguir el brillo de sus dientes manchados de sangre que quedaban al descubierto por la imperturbable sonrisa.
—¿Por qué? —preguntó Conway tratando de verle el rostro— ¿Acaso eres peligroso?
Acompañado del sonido tintineante de las cadenas, Pogo alzó el rostro y ladeó la cabeza con un movimiento tan rápido que el emperador se sobresaltó. Con los ojos muy abiertos Pogo lo miró fijamente y contestó con el mismo tono que había empleado antes y alargando algunas vocales.
—Pogo quiere a TOOODO el mundo, pero todos odian a Pogo. Gustabo lo sabía y quería estar tranquilo y Pogo consigue TOODO lo que Gustabo desea.
—Pero Gustabo no quería hablarnos de ti —dijo Freddy, cuya mente se adaptaba rápidamente a la situación—. Si no quería, entonces, ¿por qué estás aquí?
Ante esa cuestión, de repente, la sonrisa desapareció. La expresión seria de aquella cosa que hasta hace un rato había sido un hombre inocente era aún más aterradora que la risa escalofriante. Cuando habló lo hizo con una voz más grave esta vez.
—Porque me habeis obligado a salir.
Después de decir esas palabras, se pasó la lengua por el labio superior limpiando un poco de la sangre que cubría su rostro y dejando un rastro rojizo a su paso. No necesitó más para hacerse entender. La paliza lo había hecho salir para proteger a Gustabo. Conway y Freddy lo presintieron a la vez. Su instinto les gritó al mismo tiempo una palabra: «peligro».
Con un movimiento ágil y veloz, Conway desenvainó la espada y la mantuvo firme sobre el cuello de Pogo. Apenas un milímetro más y podría degollarlo limpiamente. Freddy se puso en tensión, pero, por algún motivo, a Pogo aquello le resultó muy divertido y volvió a sonreír.
—Por favor —dijo cargado de sarcasmo-, eso no será necesario.
Esto hizo que Conway se enfadara aún más. Se inclinó un poco para acercarse a Pogo, a quien prácticamente le respiró en la cara, sin apartar la espada de su cuello.

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Freddytabo - El Hijo del Emperador
Fiksi PenggemarJack Conway es un emperador al que todo el mundo respeta. En su pasado sufrió una gran tragedia y solo el conde Freddy Trucazo, el comandante del ejército imperial, sabe cuánto llegó a afectarle realmente. Un día, en un ataque contra los monstruos...