Todos estaban listos fuera del hotel. La lluvia de la noche hacía difícil siquiera que se vieran entre ellos, pero con dificultad, Emily se puso las manos como visera y dislumbró a Sera junto a las tres mujeres.
— ¡Será coña! — Bufó mientras que Lucifer reprimía una risa.
— Bien, que los huéspedes saquen a KeeKee y a Fat Nuggets del hotel — Ordenó Lucifer —. Esta vez sin distracciones.
— Voy yo — Terminó Adam antes de salir corriendo dentro del hotel. Vaggie bufó ante su actitud.
En el cielo, Lute, Lilith y Eva miraban el hotel con desprecio.
— Tenemos que ser técnicas — Sugirió Sera —. Puede que podamos hablar con ellos un minuto.
— ¿Para qué? — Preguntó Eva, quien ya estaba sacando su arma.
— No espera — Frenó Lute —. Sera tiene razón, así los distraemos. Yo me ocupo del que se ha metido en el hotel, vosotras hablad con los de Tierra.
Todas afirmaron y Lilith, Eva y Sera bajaron hasta donde estaban Lucifer y compañía.
— Bien, esto es nuevo. ¿Quereis hablar? — Tomó Charlie la iniciativa, quedando un poco por detrás de Lucifer y Emily, pero a la misma altura que Alastor.
— Son exorcitas Charlie — Frenó Emily a su amiga.
— Ellos nunca quieren hablar — Terminaron Emily y Lucifer a la vez para después soltar una mirada complice.
— ¡Emily! — Se sobresaltó Sera cuando porfin reconoció a su aprendiz — ¿Qué te ha pasado?
— Y más que le va a pasar — Sonrió Lucifer — ¿No le vas a contar quién mató a Adam?
Emily se encogió de hombros, como si no le importara. Sera razonó durante unos segundos.
— ¿Qué? ¡Emily no haría eso! — Gritó mientras buscaba algun rastro de su pequeño serafín — Emily no...
Cuando Lucifer disfrutó lo suficiente del dolor de Sera, se giró hacia Emily y dio un ligero chasquido. Un fuego infernal la rodeo de inmediato. Sera se levantó de golpe e intentó meter su mano en el fuego, pero la mano de la propia Emily la detuvo. Cuando el fuego terminó. Emily salió con un nuevo traje.
Sus alas blancas fueron oficialmente despedidas, dejando vía libre a seis alas oscuras. Unos cuernos también asomaban de su corta cabellera mientras que un ojo rojo hecho de fuego pestañeaba para adecuarse a su nuevo lugar. La ropa era simple. Un body negro con detalles blancos, unas mangas largas y un enorme cuello también blanco. Todo el atuendo tenía más ojos rojos, además de otro central que recordaba al que tenía cuando era una serafín.
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— ¡Emily, reina! — Chilló Ángel de fondo cuando vió el aspecto de su amiga, esta sonrió y le dedico otra sonrisa a Lucifer.
— Gracias — Agradeció casi en un hilo de voz.
Mientras. Adam acababa de terminar de mantener a los huéspedes y las mascotas a salvo, y se proponía ir a ayudar. Cuando salió del hotel, Lute le recibió con una espada afilada.
— ¡Quédate donde estás! No hagas ningun movimiento brusco o-
Pero fue interrumpida, porque Adam se avalanzó sobre ella dandole un abrazo y tumbandola al suelo.
— ¿Señor? — Preguntó en voz baja antes de que le salieran lágrimas por las mejillas — ¡Señor!
— Hola Lute — Sonrió Adam antes de quitarse de encima de ella.
Lute volvió a abrazarlo mientras que miles de lágrimas salian de sus ojos, Adam la ayudó a ponerse de pie.
— Casi seis meses — Sonrió antes de pararse de golpe — Tu brazo...
— Estoy bien, no te preocupes — Sonrió —. Ahora soy la líder de las fuerzas angelicales.
— Es verdad. La invasión —Adam se quedó mirando al vacío unos segundos, después, sujetó la única mano de Lute —. Ahora mismo estamos en bandos rivales. Me voy con los mios, tú con los tuyos.
Así ambos volvieron con sus partes, que seguían hablando no muy amablemente.
— ¡Pues tu madre era una puta! — Gritó Eva a Emily.
— ¿¡Algún problema con esa profesión!? — Exclamó Ángel apoyado por Husk.
— ¡Yo al menos no fui la segunda opción! — Respondió Emily.
Eva iba a responder, pero entonces vio a Lute y sonrió, volviendo al cielo.
— ¡Os vais a cagar! — Chilló Lilith desde el cielo, mientras observaba la mirada de ignorancia de su hija y su ex-esposo.
Las exorcitas bajaron rápidamente, superando en grupo a los diez de abajo en seguida. Así, la pelea empezó con inferioridad en el bando infernal. Todo hasta que los huéspedes salieron de su escondite con armas, y junto a los caníbales, empezaron a matar a exorcitas.
— ¡Guau! — Exclamó Cherry antes de lanzar una bomba.
Charlie observaba orgullosa como los pecadores luchaban para defender a sus amigos, escapándole una lágrima.
La cosa no iba especialemente bien para el bando celestial, así que Eva y Lilith se metieron a la batalla. La primera se enfrentó a Charlie y Vaggie, quienes con su dúo, pudieron hacerle frente casi sin ningun problema. No pasó igual con Lilith, a quién le costó más acercarse a Lucifer y Alastor. Que en cuanto la vieron empezaron a atacar con vehemencia.
— ¡Mierda! — Se quejó Eva cuando se pudo retirar un poco —. ¡Creo que es momento del arma secreta!
Lilith también se alejó y abrió un gran portal, de él, una figura alta, con el pelo rubio y vestido de azul apareció. Todos en el otro bando se detuvieron. La mayoría habían estado en la reunión familiar de Lucifer, y los que no, la mera presencia de aquel ser les aterrorizó.
— ¿Ese no es? — Preguntó Alastor mientras lo señalaba. La figura del portal se dio cuenta e invocó una lanza celestial que le lanzó directamente a la cara. Lucifer hizo aparecer un escudo, desviando así la lanza hasta el suelo, donde Emily la cogió y la lanzó hasta unas exorcistas, a las que mató en el acto.
— Si, lo es — Afirmó Lucifer mientras desacía el escudo. Cherry en ese momento le lanzó una bomba, que, aunque explotó en la cara de la figura, no le provocó ningun daño — Joel.