7. Pánico

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Era un día tranquilo en la torre de Alastor. O lo sería si Ángel no estuviese dando vueltas por allí. 

Después de que Lucifer y Alastor fueran a ver a la madre de este. Quedaron que tendrían una cita, la primera después de la gran separación. Y Ángel quería que Alastor fuera elegantísimo. 

-- Ángel, va a ser una cena informal en el castillo, no una gala. 

-- ¡Pero es una cita! Tienes que tener un poco de sentido del decoro, Al. 

-- No sé que tiene de "decoroso" tener una cita en el infierno, Ángel -- Se burló un poco. 

-- Bueno, quizá tu persona indicada está en la otra vida. Además, quiero que me eches una mano con Husk. 

-- ¿Qué ha hecho ahora? 

-- Nada, ¡y ese es el problema! Noto que las cosas están raras desde que me besó y le devolví la mitad de su alma... 

-- Husker es un hombre al que le cuesta sentir amor por cualquier otra cosa que no sea el alcohol o el juego. Tanto en vida como en muerte. 

-- ¿Conociste a Husk de vivo? ¿Era atractivo?

-- Pregúntaselo a él -- Se burló Alastor antes de coger su cetro --. Además, yo me tengo que ir ya. 

-- Está bien... ¡Disfruta y folla mucho! 

Alastor se fue del hotel, pero en cuanto cerró la puerta, notó que le faltaba el aire y se tuvo que poner la mano en el pecho para poder respirar. 

-- Pero, ¿qué mierda me pasa? 

Sé quedó quieto durante veinte minutos y después se hizo sombra para poder llegar al castillo, donde se encontró a Emily con su ropa deportiva. 

-- Sabes qué ya no hay más exterminios, ¿no? 

-- Por supuesto. Pero el deporte me calma. Adiós -- Se despidió Emily con una mano antes de empezar a correr. 

-- "No sé porqué espero que vuelva antes de terminar la cena..." -- Pensó para sí mismo Alastor antes de tocar la puerta.

Lucifer lo recibió con una gran sonrisa y lo dejó pasar hasta un comedor privado que había al lado del salón. 

-- Luci, ¿cuántas habitaciones tiene el castillo? -- Preguntó antes de sentarse. 

-- Creo... Que ni yo lo sé -- Sonrió antes de hacer un chasquido y  hacer aparecer la cena. 

    La cena era muy abundante y la charla fue animada durante las dos horas en las que estuvieron sentados. En ese tiempo, ambos tomaron algo de vino, Lucifer más que Alastor, que cada diez minutos revisaba que Emily entrase. 

-- ¿Qué te pasa Al? -- Preguntó Lucifer antes de tomar otro trago.

-- ¿A mí? El que está tomando litros de vino eres tú -- Respondió en defensa propia Alastor. 

-- Vale, me lo apunto. Te pones insoportable con el alcohol. 

-- No es eso solo... Ugh... No sé. Me siento, con un pánico constante desde que nos fuimos de casa de mi madre...

-- Oye, es completamente normal -- Tranquilizó Lucifer -- Hablo desde la perspectiva de un padre cuando digo que hay veces que no entiendes lo que hacen tus hijos... Lo piensas y no entiendes sus decisiones, incluso crees que son estúpidas. Pero cuando te tomas un tiempo para pensarlo, es solo lo que ellos creyeron correcto. 

-- Es que... Entiendo que mi madre esté enfadada. Pero he estado pensando tanto en el hotel, que me olvidé que no la había visto hasta ahora.

-- ¿Solo en el hotel? -- Sonrió Luci. 

Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora