Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~

9. ¿Cómo pasó?

Ver a Dios bajar del cielo con tantos ángeles aterró a Lucifer, pero no tanto como ver a sus hermanos ir directos, sin mediar palabra, solamente a salvar a Joel. Charlie abrazó a Vaggie y los pecados se miraron entre si, al igual que todo el grupo Hazbin. 

-- ¿Qué hacemos..? -- Preguntó Emily, que parecía verdaderamente aterrada. 

Lucifer sacó sus alas y subió hasta el cielo infernal, mirando directamente a su padre e ignorando completamente que Cassiel y Jerai ayudaban a sacar a un Joel demacrado del subsuelo de su castillo. 

-- ¿¡Por qué le has tratado así!? -- Gritó Michael, con lágrimas en los ojos. 

-- Yo no... -- Empezó Lucifer, mientras la voz se le rompía, viendo a su hermano tan delgado, en verdad no había bajado a verlo desde hacía meses. 

Pero antes de que pudiera continuar, su voz fue acallada por algún hechizo de su padre. 

-- Cállate. Confíe en ti, siempre lo hago. Y me traicionaste, nos traicionaste. 

Lucifer intentó negar, pero no tenía voz, teniendo que subir Emily para bajarlo mientras estaba hecha una furia. 

-- No te preocupes, Luci, todo va a salir bien -- Intentó calmar Alastor. 

-- No... No saldrá bien... Tendría que haberoslo dicho antes, todo es por mi culpa -- Pudo decir el rey cuando recuperó la voz. 

-- No lo es Lu, podemos con esto, no te preocupes -- Intentó levantar el animo Asmodeo --. Somos un equipo, para toda la eternidad, ¿recuerdas? 

Lucifer asintió, intentando invocar a su Forma Real, pero simplemente no podía salir, no podía desde que la sacó por última vez. 

-- Nosotros nos encargamos de esos -- Afirmó Angel, sacando unas armas --. ¿No Husky?

Husk asintió y junto al resto del grupo Hazbin fueron directos a por los primeros ángeles, que pudieron revasar sin mucho cuidado, pero Lucifer pudo notar como su padre se llenaba de odio al ver a su bando perder, y mandó a una segunda fuerza mejorada. 

-- Mierda, mierda, mierda -- Lucifer empezaba a ponerse histérico, y solamente quería pode ayudar de verdad, porque su transformación base no ayudaría, no contra ángeles tan preparados. Tal vez ellos lo estarían si hubiera aceptado desde un principio. 

-- Nosotros nos encargamos de esta, tú con calma -- Animó Belphegor mientras  todos los demás pecados empezaban a elevarse y solo quedaban en el suelo él, Alastor, Charlie, Vaggie y Emily. 

-- Yo también voy -- Decidió Emily, alzando el vuelo --. Este es mi hogar. 

Alastor se quedó en la tierra, esperando con Lucifer, pero cuando vió que arriba necesitaban ayuda, subió gracias a sus nuevos poderes y con la ayuda de sus tentáculos, mientras Charlie y Vaggie también subian a una velocidad alarmante. Solo quedaba Lucifer en el suelo, que no podía hacer nada, porque le faltaba poder. 

-- Vamos, ¿por qué no funciona? -- Se quejaba, se supone que podía controlarlo. 

-- Sabes que no lo controlas -- Sonó de nuevo la voz de su cabeza --. Yo lo hago.      

Su espalda volvió a quemarse, pero esta vez volvió sus alas de un color negrizo, dejandolo retorciendose en el suelo mientras todos apoyaban en el aire. 

-- Cierra los ojos, necesitas descansar -- Animó la voz. 

-- Necesitan mi ayuda, debo- -- Pero antes de poder continuar, sus ojos se cerraron, solo escuchando por úlima vez el "era una orden" de su voz. 

Cuando abrió los ojos, entró en pánico, todo tenía un tono más oscuro, y lo primero que vio fue una sonrisa triunfante de su padre, cuando elevó sus alas, estas tenían aquel color negro. 

-- No podemos salvarlo -- Fueron las palabras de Dios -- Está corrompido. 

Y se quedaron quietos en el aire, mientras Lucifer intentaba levantarse. Al conseguirlo, lo primeró que vio fue el cuerpo de Charlie, luego Vaggie, después Angel... Así consecutivamente, incluso los pecados estaban muertos en el suelo. 

-- ¿Al..? -- La voz de Lucifer estaba completamente rota, su única esperanza era Alastor, él no podía morir, pero encontró su cádaver -- No... ¡NONONONO! 

Lucifer se transofrmó en su forma base, porque aún no era capaz de poner su Forma Real, y se elevó, mirando a su padre. 

-- ¡MONSTRUO! -- Dijo, con la voz rasgandole por el grito --. Ellos volveran... -- Su voz bajó, al igual que él de altura, y quedó tirado en el suelo --. Deben volver... No se pueden ir... ¿A cuántos habeis matado?

-- Todos -- La voz de Dios era firme y seria, sin compasión ni sentimiento --. Y no volverán, jamás. Azrael se encargará de ello. 

Lucifer miró a su hermano, que parecía estar de acuerdo con aquello. No le hizo falta recorrer todo el infierno, porque no sentía ni una alma, ni pecadora, ni imp, ni similares a quilómetros de distancia. 

-- Tu castigo divino está pagado, pero no volverás al cielo -- Sonrió Dios --. Puedes estar tranquilo, ningún humano pagará más por tus errores. 

Y se fueron, dejandolo solo, solo para siempre. Ya no sentía ninguno de sus poderes, las calles estaban vacías, no había nada, solo muertos por todas partes, y solo se podía escuchar el llanto del rey, que ya no era rey de nada ni nadie... 

  -- ¿Luci? -- La voz de Alastor sonaba preocupada, mientras intentaba sacudirlo en la cama --. ¡Luci despierta! 

Lucifer se levantó con un sobresalto, notando sus propios ojos llorosos, aquello no había sido real, como las veces anteriores. Pero siempre se veía tan idéntico a su mundo... 

-- ¿De nuevo? -- Preguntó Alastor, recibiendo un asentimiento de parte de Lucifer, y este procedió a abrazar a su esposo --. Tiene que haber algo que podamos hacer. 

-- No lo creo... Pero nunca he tenido estas pesadillas, no suelo soñar en general... -- Se seca una lágrima el rey.

-- Te prepararé un chocolante caliente y hablaremos durante un rato, tal vez te calme -- Animó Alastor, saliendo de la cama. 

Lucifer sonrío, de verdad que tenía un esposo maravilloso, pero aquel sueño había sido tan real que temía que tuviera los poderes de Jerai también y que pudiera ver el futuro, rezandole a su padre, por primera vez, para que no fuera así.