Vaggie acababa de despertar. Aún no se acostumbraba a dormir con Charlie, pero siempre sonreía cuando la veía a su lado. Salió de la cama y se puso su ropa. Un lazo rojo, un vestido negro con una enorme cruz en el pecho, unas medias negras y blancas y unas botas rojas.
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Salió de la habitación, dejando dormir a Charlie. Justo cuando estaba preparando el desayuno, Ángel entró por la puerta.
-- Wow Vagina, ¿por qué vas tan bien vestida? -- Le preguntó.
-- ¿Acaso no me puedo arreglar por libre elección? -- Respondió intimidante.
-- Por cierto, las mechas negras te quedan muy bien, soy muy tu estilo -- Sonrió.
-- Oh... Gracias... ¿Qué quieres desayunar?
-- ¿Un Late Macchiato?
Vaggie asintió y encendió la cafetera.
-- ¿Y Charlie? -- Preguntó mientras tomaba un poco del café.
-- En la cama.
-- ¿Qué tal vuestra relación?
-- Llevamos saliendo cuatro meses, sería jodido que ya tuviésemos problemas.
-- ¿"Jodido"? Por fin empiezas a comportarte como alguien del infierno. Ahora enserio, ¿hoy es un día especial o algo?
-- ¿Por qué preguntas? -- Giró la cabeza Vaggie.
-- Esa sonrisa enorme, pareces feliz. Y con mi compañía, así que pasa algo.
-- Bueno... Hoy es el aniversario de mi muerte. Puede que no se celebre mucho aquí... Pero era una fiesta que me encantaba, con todos mis amigos y... Olvídalo.
Ángel se quedó pensando en aquella conversación el resto de la mañana. Hoy tenían estreno de película, pero eso a él le daba igual, así que se sentó en el sofá y empezó a ver la televisión.
-- ¿Pasa algo Ángel? -- Preguntó Charlie mientras se sentaba junto a él.
-- En realidad sí. ¿Tú sabias que hay gente que celebra el aniversario de su muerte? Vaggie me ha dicho que hoy es el suyo. Pero cuando empezó a hablar del tema parecía desanimada.
-- Oh... Claro -- Reflexionó Charlie. Suponía que en el cielo eso sí que se celebraba, puesto que la muerte les había dado un lugar tan privilegiado, era motivo de celebración. Pero ahora...
-- Vamos a celebrarlo, ¿verdad? --Interrumpió Ángel sus pensamientos.
-- Quieres... ¿Quieres celebrarlo?
-- ¡Pues claro! Aunque no compartamos ideas, suele ser bastante permisiva conmigo. Me parecería justo.
