9. ¿Todo bien, Stolas?

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Alastor y Lucifer habían salido para encontrarse con Stolas. Ambos, o al menos Lucifer, querían curar las horribles heridas que llenaban todo el pecho del pecador por todos los años de abuso que este cargaba. 

-- No hace falta Luci, no quiero molestar a Stolas por esta estupidez -- Intentó convencer Alastor por duodécima vez. 

-- ¡Claro qué no! Mira, sé que no estás acostumbrado a mostrar una parte blanda de ti o a hablar de tus sentimientos y tu propio dolor. 

-- Eso... Ha sido muy especifico -- Interrumpió Alastor. 

-- Pero eres una persona importante para mí y tu dolor es casi o más doloroso que el mío. 

-- Una pena que no haya psicólogos aquí abajo, te vendría bien para aprender que uno mismo es más importante que nadie más. 

-- De hecho, sí hay psicólogos. Pero estar en el otro extremo de la balanza tampoco es la solución. 

-- No estoy al otro extremo. Te recuerdo que me interpuse entre tú y tu hermano en el exterminio. 

Lucifer soltó y ligero bufido y Alastor arqueó una ceja ante aquella reacción. 

-- ¿Y ese sonido de gato? -- Se burló. 

-- Me has recordado el juicio, ¡y la boda de Charlie! Tengo que acompañarla a comprar el vestido y hacer las invitaciones, decorar el lugar... 

-- ¡Tranquila princesita! -- Calmó el pecador --. Es la boda de Charlie, no la tuya. Ella es la que tiene que esforzarse a que todo salga perfecto. Tú deber es ayudar. Además, creo que Ángel ya va a acompañar a comprar el vestido de ambas. 

-- Bueno, pues yo le acompaño a él y a Husk. 

-- ¿Y a mí quién me acompaña? 

-- Niffty -- Sonrió burlón el rey. 


Cuando llegaron al castillo de Stolas, la última caja de mudanzas se marchaba, es decir, que solo quedaba que Lucifer finalizara el divorcio para hacerlo oficial. 

-- ¿Tú crees que Blitzø y Stolas empezaran una relación formal cuando el divorcio termine? -- Preguntó Alastor. 

-- Si todo va bien, sí. Hace casi un mes que no los vemos. Además, no se trataban con la mayor educación del mundo cuando fueron para reencontrarse con nosotros después del exterminio. 

Lucifer tocó el timbre y unos pequeños quejidos sonaron desde un balcón. Después de esperar un rato, un Stolas desanimado y con los ojos llorosos les abrió la puerta. 

-- ¿Qué quieres Blitzø? -- Dijo antes de ver al rey y al pecador a la cara --¡Oh! Perdón Lu. Pasad, pasad... 

Después de sentarse en el salón y tenderles un té. Stolas se dejó caer, abatido. 

-- ¿Qué ha pasado? -- Preguntó Lucifer. 

-- Yo... -- Empezó Stolas, pero siendo interrumpido por sus múltiples pensamientos --. Tú no sabias toda la historia mía y de Blitzø, ¿verdad? 

-- No, la verdad es que no. 

-- Bueno... Él quería una forma de ir al mundo humano y yo te escapar de mi relación con Stella... Lo siguiente, bueno. Tuve sexo con él y le dije que tenía que devolverme el Grimorio en cada noche de luna llena... Pero, me di cuenta de que a el no le gustaba, y que no sentía lo mismo conmigo... Que se sentía atado... Y, le di una piedra mágica para que ya no necesitase más mi ayuda y empezó a insultarme y... Lo eche del castillo. 

Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora