27. Entrenamiento

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Lucifer estaba hablando con teléfono con Carmila antes de ir a despertar a Emily, esta se giró e ignoró a Lucifer antes de que él le sacudiera la sábana.

- Emily, vamos, he hablado con Carmila y nos va a hacer un entrenamiento especial - pidió el ángel caído. 

Emily se giró y entreabrió los ojos, al ver los cristalinos ojos del rey, aceptó y se levantó de la cama.

- ¡Venga! Visteté algo cómodo, porque Carmila no se anda con chiquitas.

Después de unos diez minutos, Emily ya estaba lista, Lucifer le tendió una manzana roja y le dijo que se la comiera, que debía tener fuerzas, Emily observó la manzana y Lucifer se rió.

- No te preocupes, no todas las manzanas de aquí abajo son un fruto prohibido. Mira - entonces, Lucifer cogió una manzana y le dio un gran mordisco, Emily puso cara de susto, pero al ver que no pasaba nada también mordió la manzana.

- ¡Está buenísima! - Exclamaba antes de dar otro mordisco.

- Bueno, las cultivo yo mismo - informó mientras abría una ventana y dejaba ver un gran bosque lleno de manzanas y flores.

- ¡Es precioso! - Observaba Emily antes de dar otro mordisco.

Cuando terminaron de desayunar, se pusieron en marcha hacia la casa de Carmila. En poco tiempo, llegaron a la puerta y después de unos cuantos golpes, les dejó pasar. 

Dentro, una Carmila ya lista para enseñar los esperaba incluso con muñecos para practicar.

- Bueno, me alegra que vengan a practicar - saludó mientras saltaba de una especiel de balcón, Emily miraba con pánico mientras caía.

- A mi me alegra que vayas a guardar el secreto del próximo exterminio, solo los que van a participar lo saben.

- No es nada, su Majestad, de verdad - se sonrojó Carmila ante los alagos del rey. Después, se giró a mirar a Emily -. Tu debes de ser Emily, la aprendiz del rey, estoy deseando enseñarte este hermoso arte.

- ¿Aprendiz? - Repitió en voz alta mientras se giraba hacia Lucifer.

- Bueno, adios a la sorpresa. No puedes ser la reina, obviamente. Pero para cuando falte quiero que ayudes a Charlie en sus deberes reales, así que he decidido hacerte mi secretaria o mano derecha, si lo prefieres. Ahora mismo eres aprendiz, y tu primera lección es... ¡cómo defenderte del exterminio!

- Va a ser duro, además, una sola clase no bastará, su Alteza. Parece que no tiene experiencia ninguna en combate - le aclaró mientras le tomaba el brazo.

- Bueno, el infierno está para afrontar retos - sonrió Lucifer mientras esperaba una respuesta de Emily, que parecía con la mirada perdida.

- Yo... También creo que debo enfrentar mis límites. Me gusta ese cargo, y me lo quiero ganar a puño, y si mi primera lección debe ser aprender a como pegarme con alguien, lo haré encantada. 


Mientras tanto, en el hotel, Ángel estaba enseñando a Alastor tecnicas para ligar.

- No lo entiendo, ya lo enamoré una vez, puedo volver a hacerlo - se quejaba Alastor.

- Bueno, pero la última vez no le habías engañado de una manera tan abismal - exclamó mientras hacía gestos exagerados. 

Alastor se encongió y asintió la cabeza.

- Bueno, lo primero es obvio. Pedir perdón, pero aquí es cuando la has cagado. Piensa, Lucifer acaba de descubrir el gran engaño del siglo, ¿qué piensas que quiere?

Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora