7. De canguros

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Adam y Lute hacía mucho tiempo que habían estado separados de todo aquello que involucraba a cielo o infierno, así que les sorprendió a Lucifer y Alastor que les llegara una carta de ambos por si tenían aquella tarde libre. 

Para la suerte de aquellos dos, aquel era el día de descanso de ambos, y pudieron ir al piso de Adam y Lute, para sorpresa de la pareja, la Lute que les abrió tenía unas enormes ojeras y una esperanza se asomó en sus ojos cuando los vió. 

-- ¡Oh gracias a... A quién sea! -- Suspiró aliviada --. ¡Han venido Adam! -- Gritó, pero en la voz más baja que pudo. 

Adam apareció detrás de esta, también enormemente cansado. 

-- Gracias por venir, hace un año que Lute y yo nos casamos y... No ibamos a tener un primer aniversario en paz. 

Las caras de Lucifer y Alastor eran dificiles de interpretar, porque no entendían nada, hasta que escucharon unos lloros de dentro del edificio. 

-- ¿¡Desde cuándo habeis tenido hijos!? -- Se sobresaltó Alastor. 

-- No tienen ni un año, pero me quitan el sueño y me dan pequeñas alegrías -- Admitió Lute --. Por favor, solo cuidadlos hoy. No pudimos ir a vuestra boda ni a la inauguración de Emily porque no teníamos con quien dejarlos. 

Y sin saber como, Alastor y Lucifer se habían quedado solos en un apartamento con algún bebé en alguna parte de la casa y después de haber recibido ordenes muy especificas de como cuidarlo por parte de Adam. 

-- ¿Y ahora qué? -- Preguntó Alastor, que no sabía nada de niños. 

Antes de que Lucifer pudiera respoder, unos lloros vinieron de una de las habitaciones de la casa, y al ir a revisar, vieron a dos bebes, una con un poco de pelo marrón como su padre y otra con el pelo blanco de su madre. 

-- ¿Gemelas? -- Se sobresaltó Alastor. 

-- Podemos con esto, Al, tranquilo -- Intenta calmarse Lucifer, mientras tomaba a la bebé de pelo blanco. 

-- Tiene lógica, Spear Guitar es un nombre compuesto muy raro -- Admite Alastor mientras toma a la otra bebé y ve su nombre en la cuna --. Ves, esta es Spear. 

-- Pues esta será Guitar -- Sonríe Lucifer, elevando a la bebé y haciendo que esta se ría --. Hola Guitar. 

Desde el punto de vista de Alastor, se veía aún más adorable, pero carraspeó e hizo lo mismo con Spear, que también lo recibió con una risa. 


-- ¿Terminas ya el turno? -- Pregunta Joel, mientras jugaba con el pan de la comida. 

-- Hoy hago hasta las tres de la mañana -- Negó Vi, enciendiendo otro cigarro. 

-- ¿No te espera nadie en casa o qué? -- Bromeó Joel, pero cayándose al ver que Vi no le respondía ni siquiera con una mirada amenazante --. Joder Vi... Lo siento.

-- No puedes "sentirlo" -- La mirada de Vi no tenía luz --. Ni siquiera lo comprendes lo suficiente. 

Joel suspiró, odiaba que sus conversaciones acabaran siempre así. 

-- ¿Por qué aceptaste el trabajo? -- Intentó cambiar de tema Joel --. Obviamente eres muy fuerte, una máquina de matar -- Alagó --. Así que no tendrías que estar vigilando a un patán como yo. 

Vi se permite sonreír un poco, callendo ante los alagos de Joel con facilidad. 

-- Necesitaba el dinero, pagaban bien y creía que... -- Vi carraspeo --. En fin, que es mejor que alguien "fuerte" y "máquina de matar" te vigile, por si acaso.     

Joel ríe y Vi se permite sonreir, pero ambos paran por sus propios motivos. Joel porque sabía lo que Astaroth pensaría, y Vi porque ella sabía porque estaba allí abajo, y no era para reirle las gracias a un asesino. 


Mientras, Lucifer y Alastor tenían que lidiar con dos bebés que no dejaban de llorar porque tenían hambre, pero Adam les había dicho que no le dieran de comer hasta una hora exacta, porque si no desiquilibraban todo su horario. 

-- ¿En serio debemos hacer eso? -- Preguntó Alastor, intetando calmar a Guitar. 

-- Creeme, Al. Hay que respetar los horarios de comidas de los bebés, Adam está en lo cierto. Ellos son los padres y controlan de esto -- Respondió Lucifer, también tratando de tranquilizar a Spear. 

Alastor iba a volver a quejarse, cuando se le ocurrió utilizar las sombras para calmar a las gemelas. Y tuvo la suerte de que aquello les calmó.

-- Buen trabajo -- Animó Lucifer --. Hacía tiempo que no cuidaba a un bebé... Se te da bien. 

Alastor sonrío, y mientras su sombra jugaba con las bebes, ambos se pusieron a preparar la comida de las bebés. 

-- ¿Sabes? Debo decir que hecho en falta movimiento en el castillo -- Admitió Alastor. 

Lucifer encarnó una ceja mientras sentaba a las gemelas en las tronas que había en la cocina. 

-- Te entiendo, Emily era... Energética -- Concordó Lucifer. 

No volvieron a hablar del tema en toda la tarde, pero cuando Adam y Lute volvieron, les dieron cien gracias un regalo atrasado de boda. 

-- Sabemos que fue hace casi tres meses, pero os lo debiamos.

Abrieron el regalo y era un traje para Lucifer más suelto, que Alastor no llegó a entender del todo, pero Lucifer, que ya había pasado por aquello, lo entendió a la perfección. 

-- Gracias -- Agracedió con una sonrisa --. Por cierto, las niñas son muy buenas. 

Antes de que pudieran responder, se escuchó a una de las dos llorar y Adam fue corriendo a atenderla. 

-- Lo veo más atento con ellas que con Abel -- Admitió Lucifer. 

-- Creo que nunca estuvieron realmente unidos... Pero de verdad se está vocando sobre ellas. Las quiere muchísimo -- Sonrió Lute. 

-- Me aliva, en verdad -- Suspiró Lucifer --. Pasadlo bien. 

Lucifer empezó a bajar las escaleras hasta las calles del anillo de la pereza, pero Alastor se quedó. 

-- ¿Pasa algo? -- Preguntó Lute, algo curiosa. 

-- ¿Teneís libros de paternidad? -- Alastor dijo aquello en tono bajo, no es que conociera a nadie más que hubiera sido madre, aparte de su madre pero....

Lute asintió y le prestó unos cuantos. 

-- Leete primero los de pre-paternidad, creeme, te harán falta -- Se pudo escuchar a Adam de fondo, y Lute asintió.  


Radioapple ~Salvarse a uno mismo de la destrucción~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora