-¿Entonces está todo bien?
-Dentro de lo que cabe, si. Necesitaremos cinco billetes de vuelta.
-¿Qué tal la señorita Heredero y Lucas? ¿Han progresado?
-Ese tema debería hablarlo con su hijo, señor.
-Eso suena a que no -nos quedamos en silencio-. Stefano, hay algo que también quería comentar contigo.
-Dígame, señor -me giré para mirar a Helena que ya se había desparramado en la cama-.
-Necesito que Lucas esté lo antes posible aquí, mandaré preparar un avión cueste lo que cueste; puede que consigan tenerlo para dentro de una hora -me quedé expectante, aún no había acabado-. Stefan -El señor Kana jamás me llamaba Stefan y su voz nunca sonaba tan blanda como acababa de sonar-, Vicky y Juan han tenido un accidente de tráfico. Juan está muy grave.
-¿Y Vicky? -el señor Kana no dijo nada a través del teléfono dándome a entender lo que había pasado- Está bien. Movilizaré a todo el mundo para estar en el aeropuerto en una hora.
-No cuentes nada a Lucas.
-Por supuesto. Muchas gracias por todo.
-Gracias a ti, Stefano.
Antes de que colgase yo ya me había dejado caer de rodillas en el suelo. Me miraba las manos aún sin procesar la información que me había entrado por la oreja. Puede que fuese cruel y que deseara que Lucas no hablase jamás con Helena, pero no deseaba aquella situación a nadie, y menos a mi amigo. Todo el círculo de Lucas sabía que su padre no era Eryx Kana, sino que su verdadera familia eran dos ex trabajadores de la empresa, Vicky y Juan.
-¿Qué ha pasado? -Helena ya no estaba en la cama, se había arrodillado justo frente a mí- Estás blanco.
-Tenemos que estar en el aeropuerto en una hora.
-Stefano Bologna ¿qué ha pasado?
Un escalofrío me recorrió la espalda al escuchar mi nombre dicho por sus labios. No podía decírselo, no tenía fuerza para decirlo en voz alta. Ni siquiera el señor Kana había podido contarlo, me había dejado intuirlo.
-¡Stefan!
-Son los padres de Lucas -Helena me miraba fijamente-, han tenido un accidente.
Helena se quedó tiesa en el sitio. Estaba arrodillada al igual que yo. Pero en vez de mirarme, no miraba a nada en concreto, se había quedado totalmente paralizada.
-¿Cómo vamos a contárselo?
-No podemos contárselo, lo ha pedido el señor Kana.
Se quedó callada de nuevo. Estuvimos tirados un buen rato, nos abrazamos y seguimos sentados en el suelo. Me levanté a los dos minutos y me puse a recoger mis cosas de la habitación.
-¿Qué ha pasado en estos cuatro meses?
Aquella pregunta me pilló por sorpresa. Helena se había sentado de nuevo en la cama y me miraba con la tristeza aún en los ojos.
-¿Qué ha pasado de qué?
-¿Ha presentado Lucas el hotel? -asentí- ¿Y bien? -negué con la cabeza- Mierda, habíamos trabajado un montón -se tumbó en la cama mirando al techo- ¿Y Julieta?
Aquella pregunta sí que me pilló desprevenido, ¿por qué preguntaba por ella? Y lo peor de todo, ¿qué es lo que quería saber sobre ella? ¿que se había liado con Lucas y mi hermano en el mismo día? Que, por cierto, ¿dónde estaba mi hermano? Sin responder a Helena dejé todo lo que estaba haciendo y salí corriendo a coger el ascensor.
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El amor no existe
RomanceLa gente dice que cuando se cierra una puerta se abre otra. Y Helena abrió la suya sin mirar. Un clavo saca a otro clavo, según Lucas. Y Stefan no mira nunca de donde viene, sino a donde va. Helena, Lucas y Stefan verán sus vidas entrelazadas, crear...