LUCAS -CAPÍTULO 6

9 1 0
                                    

Aquella semana fue larga y cansada. Conseguí organizar más o menos mi proyecto mientras mi cabeza se debatía entre Helena y Julieta constantemente. Había establecido un horario de encuentros con mi padre, el cuál consistía en ver a Julieta una vez cada dos semanas, durante tres meses.

Aquella semana tampoco obtuve ninguna pista sobre Helena. Stefan y Nekane se pasaban los días juntos intentando averiguar algo, pero era imposible.

-¿Cuándo es la siguiente reunión? -Stefan se sentó a mi lado examinando varios folios de mi proyecto- Está bastante bien.

-Dentro de tres días haré la presentación.

Nos quedamos callados, los dos estábamos pensando en Helena.

-No me la saco de la cabeza -dijo Stefan tapándose la cara con las palmas de las manos-. Yo sólo pido que esté bien y que la encontremos pronto.

De repente mi móvil vibró, un número que no tenía guardado me había enviado un mensaje. Lo cogí con desgana y lo desbloqueé. Cuando leí el mensaje mi corazón estalló.

<<He hablado con mi hermano, cenando te explico todo>> ? 18:47

Sabía perfectamente quien era. La esperanza volvió a crecer dentro de mí y miré a Stefan con los ojos brillantes.

-Julieta ha hablado con su hermano.

Stefan se incorporó de un salto y se llevó las manos a la cabeza.

-Lucas, como sea mentira te voy a pegar.

-Te lo juro, mira -le di mi móvil para que leyese el mensaje-.

Su cara era un poema, estaba entre felicidad, entusiasmo y nervios. Se desplomó en el sofá mientras seguía mirando la pantalla.

-Por fin hemos avanzado un poco más. Estamos un poco más cerca de Helena ¡¿no te das cuenta?!

De lo que me di cuenta fue de que Stefan estaba más entusiasmado y contento que yo. Hacía casi cuatro meses desde que Helena había desaparecido y, mientras que yo había perdido casi toda la esperanza, Stefan aún la tenía, y con aquel mensaje se volvió aún mayor.

-¿A qué hora tengo que llevarte a la cena?

Mi padre le había dicho a Stefan que me llevase a la cena para que no pudiera escaparme. Había estado pensando durante toda esta semana en la siguiente cena con Julieta con un poco de desgana, pero gracias a ese mensaje, cambié de parecer. Quería ir de inmediato.

-A las nueve tengo que estar allí.

-Pues vístete ¡ya!

Inmediatamente fui hacia mi armario y me puse ropa parecida a la de la cena anterior. Cuando salí de mi habitación Stefan ya estaba de pie esperándome y dando vueltas por el salón. Sin decir nada, salimos del piso con el mismo silencio con el que salimos del edificio y nos montamos en su coche. Mis sentimientos oscilaron entre la esperanza y la angustia durante los veinte minutos que estuve metido dentro del coche de Stefan.

-En cuanto salgas llámame y me cuentas todo -paró en frente del restaurante y puso el freno de mano-. ¡Mucha suerte!

Le hice un gesto con la cabeza y salí del coche con el corazón a mil por hora. Avancé rápidamente hasta la entrada y pregunté por mi mesa. Mi acompañante ya estaba sentada esperándome. Me acerqué cada vez más nervioso hacia Julieta y no paré de mirarla hasta que me senté frente a ella.

-Buenas noches -me dijo con una sonrisa-.

-Buenas noches.

Antes de que pudiéramos empezar a hablar un camarero apareció a nuestro lado para preguntarnos por la bebida. Pedimos dos cervezas.

El amor no existeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora