STEFAN - CAPÍTULO 5

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-¿Entonces la señorita Heredero no ha accedido al matrimonio? ¡Pero si fue ella la que nos puso entre la espada y la pared!

Solo pude contestar con un movimiento de hombros. Eryx dejó caer la cabeza sobre sus manos y suspiró. Demasiada información en unos minutos, y aún quedaba que le contase que habíamos dejado a Rubén y sus secuaces encerrados en su propia nave. No sabía si habrían conseguido salir o si Rubén estaba vivo, los otros dos no le interesaban a nadie, en especial Luis.

-Al día siguiente Rubén vino como prometió, nos durmió a todos y nos metió en una nave industrial a los tres. Julieta y mi hermano desaparecieron y no hemos vuelto a saber de ellos, y casi mejor -Eryx me miraba desde su mesa, tenía ojeras y bolsas bajo los ojos. Supuse que aquella noche no había dormido nada; no quería imaginarme como lo habría pasado su hijo-. Nos despertamos Lucas y yo solos en una habitación blanca con tres puertas numeradas, teníamos que adivinar un acertijo que nos dejaron en modo de video en un ordenador. Pasamos por la puerta correcta. Nos encontramos una caja de madera con muchas cosas dentro y en un lateral había escrito otro acertijo, lo conseguimos adivinar y cogimos un huevo que había dentro de la caja, lo abrimos y dentro estaba la última adivinanza. Lucas acertó que la respuesta era "oscuridad" y, en cuanto pronunció esta palabra, todo se quedó a oscuras. Después de adecuar los ojos a la oscuridad conseguimos ver una puerta.

-¿Cómo consigues ver una puerta con la luz apagada?

-Porque por el otro lado había luz y se podía ver por las rendijas. No sé, Eryx, ha sido todo muy rebuscado. Ese chico no está bien de la cabeza, ni te imaginas en las condiciones que encontramos a Helena y a Nekane, las habían pegado. Bueno, continúo. Salimos por la puerta que estaba en medio de un pasillo enorme. Como había una puerta en cada extremo decidimos separarnos. Lucas encontró a Nekane y yo encontré a Helena. Las dos estaban llenas de arañazos, moratones y rastros de sangre -Eryx me miraba atónito-. De verdad que no le estoy mintiendo, parece una película de acción. Rubén lo tenía todo perfectamente planeado. Conseguimos salir de la nave los cuatro y, entonces, apareció Rubén con sus dos ayudantes en un todoterreno negro, menos mal que uno de sus esbirros estaba de parte de Helena y nos ayudó a reducir a Rubén y a su compañero. Estaba también otro chico, que todavía no me encaja muy bien en todo esto. Como Helena se ha ido con su padre todavía no he tenido tiempo de preguntarle por él ni qué hacía allí.

-No te preocupes, me estás contando todo a la perfección.

-Al final, empezamos a pelearnos todos entre todos y terminamos encerrando a Rubén, a su secuaz y al otro chico dentro de la nave. No sé si habrán conseguido escapar.

-¡¿Has dejado a Rubén Heredero encerrado en una nave?! -asentí- ¡¿Qué me dirá ahora Antonio?!

-Que se lo merece.

Eryx suspiró y se frotó un ojo. Me miró una última vez antes de levantarse apoyando las manos sobre su escritorio y echando su silla hacia atrás con los muslos.

-Son las once, vámonos.

-Señor -dije levantándome-.

-¿Si?

-¿Cómo ha sucedido? El accidente.

Eryx bajó la mirada y movió sus dedos, nervioso.

-Al parecer un conductor ebrio se puso en el carril contrario y se los llevó de frente. Vicky y el otro conductor murieron en el acto y Juan tenía varias fracturas en la columna y el cráneo. Ha muerto de un derrame cerebral.

Me hizo un gesto con la cabeza y anduve tras él hasta el ascensor. Me despedí de Susi y pulsé el botón. Íbamos directos a buscar a Lucas. El señor Kana y yo ya íbamos vestidos con traje, solo quedaba que Lucas se hubiese puesto el suyo, que lo dudaba.

El amor no existeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora