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II. acto










La alegría en el barco era gigantesca, finalmente eran libres.

Los prisioneros robaron del almacén todo el alcohol y la comida posible para festejar a gran magnitud. Aroa solo sonreía con inocencia sabiendo que la mitad de ellos no tenía idea que irían al escenario que una persona decente y con sentido común evitaría por completo; una guerra.

Y no cualquiera guerra. Nada en donde participara el Emperador del Mar Barbablanca era algo simple. Apretó su agarre en el timón y tragó saliva sabiendo lo que se venía. La fatiga en su cuerpo comenzaba a afectarle, escapar de Impel Down por horas no fue para nada fácil, hacerse "responsable" de un niño pirata con un sentido del peligro completamente nulo era agotador, sin decir que tendía a atraer problemas.

Le pediría hormonas de adrenalina a Ivankov cuando se recuperara un poco, no necesitaba un tratamiento por el veneno por suerte.

Hablando de Luffy, miraba melancólicamente por la borda hacía las Puertas de La Justicia, sollozando por su amigo y el sacrificio que hizo por todos ellos casi de manera cómica, pero con sentimientos y emociones reales. O así era hasta que Buggy intervino y comenzaron a discutir de manera tonta.

Eran igual de idiotas.

—No sabía que podías hablar con los peces.—Crocodile estaba apoyado en la pared detrás de ella mientras que Jinbe estaba de pie a su lado.

—Creía que las sirenas eran las únicas capaces de hacerlo, pero tiene sentido.—Agregó la chica sin desviar la mirada.

—¿Qué tiene? Si yo también soy un hombre pez.

—No, es que no se ve muy seguido, pero tiene lógica.—Crocodile lo señalaba con obviedad mientras expulsaba el humo de sus pulmones.

—Lo tomaré como un cumplido.

Aroa soltó un suspiro y le cedió su lugar de timonel al gyojin. Estaban sobre una corriente continua por lo que no era necesario estar muy atentos al camino.

—Luffy.

Aroa miró por sobre su hombro al menor que se había estirado hasta donde estaban ellos y ahora los miraba con curiosidad.

—De no haber sido por ti, no tendría esta oportunidad de salvar a Ace. Estoy en deuda contigo.—Aroa carraspeó para darse un poco de mérito a lo que decía Jinbe. El hombre pez sonrió con gracia—También a ti, Aroa.

—Estamos a mano, tranquilo. Me es suficiente con tenerte, ¡Eres muy fuerte, viejo!

—Soy Jinbe, nada de "viejo" ni "hombre pez".—Se quejó el hombre pez.—Y soy un Guerrero Real del Mar, pero apuesto a que me quitarán mi título después de hoy.

—Entonces tenemos que armar un buen espectáculo de despedida ante la Marina.—Sugirió Aroa sentándose cómodamente en el suelo. Buggy también había subido junto a ellos y comenzó a forcejear con Luffy, quién sabe porqué. Eran como dos hermanos jugando.

Hasta que ambos pararon de forma abrupta.

—¿Un Guerrero?... ¿QUÉ? ¿UN SHICHIBUKAI? ¡Ve más despacio!—Aroa se golpeó la frente con la mano ante la falta de conocimiento de Luffy.—¡Por eso eres tan fuerte!

witch | portgas d. aceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora