Estaban jodidos, pensó Aroa al sentir el filo de una espada contra su cuello. Suspiró, casi molesta, al reconocer al hombre que la amenazaba sólo por su irritante voz.—¿Shanks?—murmuró, viendo la sonrisa divertida del pirata mientras mantenía su espada en posición.
—Hola, mocosa.—dijo Shanks bajando su espada con gracia, su tono ligero pero con un destello de preocupación en sus ojos.—Tenía que asegurarme de que estuvieras viva decentemente. Supe que estuviste en esa guerra, pero nadie sabía de tu paradero. ¿Estás bien?
Aroa dudó, sus pensamientos enredados. Decirle la verdad a Shanks podría complicar las cosas, debería ser sutil, pero antes de que pudiera decidir, él la presionó con esa mirada que conocía, interpretando su vacilación como una señal de que estaba herida, lo que preocupó al pelirrojo.
—¿Estás bien? ¿Estás herida?
—No te metas donde no te llaman.—espetó Aroa, su voz cargada de irritación medianamente fingida.—¿Cómo diablos me encontraste?
—¿Se te olvidó?—El pelirrojo se metió la mano en el bolsillo y le mostró lo que parecía ser su Vivre Card, la cual se veía muy dañada, entendía porqué se había preocupado. Shanks rió suavemente, aunque sus ojos no perdieron el brillo preocupado.—Mocosa irrespetuosa.—dijo, con cariño.—Considerando que fui yo quien te crió como pirata.
Aroa rodó los ojos al escuchar lo mismo que le decían todos los piratas que conocía y aseguró.—Claro que no.
Shanks dejó de bromear y la miró con seriedad.—Estaba preocupado por ti. Mihawk incluso se dio la molestia de visitar mi barco para preguntar por ti, y hasta temía que Rayleigh viniera a amenazarme por no cuidarte. Te enfrentaste a Akainu, por no decir que peleaste contra los otros dos Almirantes. ¿Estás loca? Pudiste salir... muerta.
La imagen de Puño de Fuego Ace vino a la mente del Shanks. Ese mocoso tenía la edad de la mocosa, podría haber tenido el mismo destino que él.
—Soy una adulta, Shanks. Como ves, estoy completamente bien.—replicó Aroa, su tono desafiante mientras se señalaba a sí misma.
—Sigues siendo una mocosa.—dijo Shanks con una sonrisa, antes de volverse más serio sin perder esa expresión divertida característica de él.—¿Así que conociste a Luffy? Un pajarito me contó por ahí que lo estuviste cuidando.
—Muy hablador ese "pajarito". Me encontré con ese niño en Impel Down.—dijo Aroa, tratando de sonar casual. Usaría ese tema para hacer que el pirata se fuera.
—¿En Impel Down? ¿Qué demonios hacías allí?—Shanks frunció el ceño, pero Aroa lo ignoró. Shanks tosió sobre su mano.—No, más bien; ¿Qué demonios hacían ustedes dos ahí?
—...Así que conoces a Luffy.—Ignoró la pregunta y el quejido del pelirrojo al notar su ignorancia hacia él.—Por eso se me hacía conocido ese sombrero de paja...—murmuró Aroa, intentando desviar la conversación.
—Creí que era obvio.—Shanks rió orgulloso, pero su tono se volvió más grave al recordar otra de las razones por las que vino.—Vine por otro tema. Marco me dio el permiso, así que me encargaré del funeral de Ace y Barbablanca. Sé que eran importantes para ti de alguna manera, el viejo te quería como a una hija y el mocoso era... era él. Eso sí, aún están buscando el cuerpo de Ace. Lo digo para que tengas en cuenta que el funeral será dentro de algunos días, por supuesto que estás invitada.
La mención del cuerpo de Ace hizo que Aroa titubeara, y Shanks notó la reacción. Sus ojos se entrecerraron, y su tono se volvió inquisitivo.—Espera, ¿qué sabes de eso?

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witch | portgas d. ace
FanfictionDebido a un plan fallido, Aroa, una hábil pirata, se ve envuelta en la inminente ejecución de Puño de Fuego Ace, su rival. Unidos por la determinación y los lazos forjados en prisión, lucharán contra el destino y desafiarán los límites en una carre...