witch | portgas d. ace

ocho

Antes de que fuera a preguntar —amenazar— a Ivankov, él mismo le permitió bañarse, cambiarse de ropa por las prendas que había disponible e incluso comer del banquete que siempre tenía comida disponible , de la cual Aroa devoró como si no hubiera comido en días, cosa que era cierto. Llevaba una camiseta azul oscura que le tapaba apenas los pechos junto a un holgado pantalón blanco de una tela liviana que le permitía movilidad, no habían zapatos de su talla por lo que tuvo que quedarse con los zapatos que le habían entregado a en la prisión.

—¿Podemos hablar ahora en serio?—Preguntó frente al okama que había cambiado su forma y se veía más grande facialmente hablando. Estaban en uno de los pasillos, Inazuma se encontraba junto a Ivankov frente a Aroa. Ivankov aceptó comenzando a caminar y tomar la palabra.

—Tienes que saber, Aroa-girl que nosotros no recogemos a los heridos, no somos esa clase de persona. Somos prisioneros después de todo.—No entendía el punto al que iba pero lo dejaría hablar.—Estuvimos viendo todo lo que hicieron por el monitor. Es increíble que Mugiwara-boy llegara tan lejos, son unos chicos con suerte si te encontraron a ti precisamente entre todos los prisioneros.

—¿A qué quieres llegar y qué quieres a cambio?—Su desconfianza era clara y le provocó ternura al okama mayor quien se rió en su cara. Aroa sabía que nada era gratis, ser pirata te convertía en una persona desconfiada a menos que seas Luffy.

—Mientras te bañabas estaban estabilizando a Mugiwara-boy quien rogó por salvarlos a ustedes antes que a él. Nadie dice eso cuando está al borde de la muerte.

—Créeme que Luffy no conoce el sentido común.—Se quejó la chica después de experimentarlo de primera mano. Ivankov sonrió en grande mientras comenzaba a avanzar por el pasillo junto a los presentes.

Sospechoso, pensó Aroa.

—Al parecer la amistad existe aún dentro de esta prisión. Cuando alguien te pide algo así, ignorarlo sería como ser un demonio. Y no lo digo solo por esta extraña alianza, vimos el vínculo que hiciste con Ace-boy, era nuestra telenovela romántica diaria en el Nivel 5.5.

—No era una telenovela romántica, solo somos amigos—Se quejó Aroa con escalofríos al imaginarse a sí misma junto a Ace, se le hacía repugnante estar con ese desalmado pirata altanero.

—No existe el audio por los den den mushi que tenemos en el Nivel 6, así que le creamos nuestro propio audio. —Le replicó Inazuma. Chillidos de emoción se escucharon por parte de Ivankov. No se imaginaba qué era precisamente lo que creían pero lo ignoraría por completo por su salud mental.

—¡Casi era un enemies to lovers! ¡Me encanta! Necesito actualizaciones de su progreso cuando salgan de acá...

Aroa miró con fastidio el cómo comenzaron a fantasear con una ficticia e irreal, inimaginable historia de amor entre gritos de emoción ignorando que ella estuviera a un lado de ellos.

—¿Podemos volver al punto en que hablamos de Luffy? Necesito pedirte un favor respecto a él, por favor.—Cambió de tema para no discutir.

—Sé lo que me pedirás. El tratamiento de Mugiwara-boy empezará pronto, pero será muy doloroso. Lo trasladarán a esta cámara, aún sigue consciente.—Entraron en la cámara que tenía una superficie sobresaliente con forma de cama de cemento, cadenas y esposas estaban colgando de la misma, pareciendo una de las tantas torturas que existían en Impel Down. En lo que Aroa analizaba el lugar, un grupo vestido de batas blancas traía a Luffy vendado mientras estaba jadeante, lo dejaron sobre la "cama" y lo esposaron exageradamente.

—¿Luffy?

—Aroa...—La mujer se acercó al pirata y vio lo demacrada de su cara, el veneno comenzaba a hacer efecto y temía que no pudiera contra él. Luffy soltaba quejidos en voz alta, le acarició el cabello tratando de calmarlo como si fuera un niño pequeño pero era imposible.