El sol ya había comenzado a filtrarse por las ventanas de la pequeña cabaña, inundando la cocina con una cálida luz dorada que hacía brillar las tazas de cerámica sobre la mesa. Aroa estaba ocupada en la estufa, sirviendo en un plato la pila de panqueques que había hecho Elon y que se negaba a servir él, los cuales desprendían un dulce aroma a miel y mantequilla. Ace, con el cabello despeinado y sin camiseta, se recostaba despreocupadamente en una de las sillas, bostezando mientras Newt se acomodaba a su lado, con el cabello aún revuelto de la noche anterior.—Huele delicioso —comentó Ace, estirándose antes de agarrar un panqueque del plato—. Me hacía falta un buen desayuno.
—Siempre estás pensando en comida —respondió Aroa con una sonrisa mientras servía otra ronda de café. Se giró hacia Newt, que observaba la comida con ojos brillantes—. Pero antes de que pienses en comer, Newt, quiero que te bañes.
Newt, que ya había abierto la boca para darle un mordisco a su panqueque, detuvo su movimiento de inmediato. Miró a Aroa con una mezcla de sorpresa y travesura en los ojos, y luego, sin previo aviso, se deslizó de la silla y comenzó a correr alrededor de la mesa.
—¡No quiero bañarme! —gritó entre risas, corriendo en círculos alrededor de Ace, que lo miraba con una ceja levantada.—¡No me gusta el jabón!
—Ah, no —dijo Aroa, riéndose mientras lo señalaba—. Esta vez no te libras, enano. Ace, hazte cargo.
—Con gusto —respondió Ace con una sonrisa traviesa, poniéndose de pie y empezando a perseguir a Newt por la cocina—. ¡Ven aquí, mocoso! No vas a escapar de esto.
Newt, entre risas y gritos de falsa desesperación, esquivaba a Ace mientras corría alrededor de las sillas y se deslizaba por debajo de la mesa. Aroa, divertida, se giró hacia Elon, que observaba la escena con una expresión neutral, aunque con un leve brillo de curiosidad en los ojos.
—Elon, ayúdame a preparar sándwiches para hoy —dijo Aroa, abriendo la despensa para sacar varios ingredientes—. Vamos a necesitar muchos.
—¿A dónde iremos? —respondió Elon, acercándose a la mesa.—Yo no quiero sándwiches con carne.
—Te haré unos especiales —prometió Aroa mientras sacaba pan y comenzaba a preparar los sándwiches. El aroma de las verduras frescas y los condimentos llenó el aire mientras trabajaba.—Newt despertó con ganas de presentarnos a su "amigo" que casualmente está en medio del monte.
Mientras tanto, Ace finalmente logró atrapar a Newt, levantándolo en el aire mientras el niño seguía riendo y pataleando.
—¡Te atrapé! —exclamó Ace triunfante, llevándolo hacia la puerta—. Y ahora, directo a la bañera.
—¡No!—Newt, resignado aunque aún con una sonrisa en el rostro, se dejó llevar, aunque seguía protestando débilmente mientras Ace lo cargaba fuera de la cocina. Aroa observó cómo se alejaban, sacudiendo la cabeza con una sonrisa divertidas antes de volver a concentrarse en la preparación de los sándwiches.
—Nunca se aburren, ¿verdad? —comentó Elon, colocando una fila de pan sobre la mesa.
—Nunca —respondió Aroa, riendo—. Es parte de su trato.
—Es... interesante. Eso no ocurre en mi dimensión.—Comentó mientras comenzaba a cortar un tomate demasiado mal, recibiendo ayuda de Aroa de inmediato.—¿Que clase de fruta es esta?
—Un tomate. Ya lo has comido antes pero no te diste cuenta.
—¿En serio? Espero que sea delicioso.—Se llevó el tomate entero a la boca y se lo comió de un bocado atragantándose. Aroa se rió de él al verlo con las mejillas llenas y pensó al mismo tiempo que era imposible verlo como la criatura real que era, aceptaba que había sido un poco desagradable con el demonio al inicio, sobretodo porque su alma y la de Ace estaban ligadas a la del demonio y dependían vitalmente el uno del otro, pero ahora que llevaba unos días, sabía que podía convivir con él.

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witch | portgas d. ace
FanfictionDebido a un plan fallido, Aroa, una hábil pirata, se ve envuelta en la inminente ejecución de Puño de Fuego Ace, su rival. Unidos por la determinación y los lazos forjados en prisión, lucharán contra el destino y desafiarán los límites en una carre...