Barbablanca alzó su poderosa voz por encima del caos, su puño cerrado en alto y sus comandantes rodeándolo. La resolución en sus palabras resonó en los corazones de todos los presentes.—¡Hijos míos! ¡Vamos a salvar a Ace! ¡Y destruiremos a la Marina!
Aroa se encontraba en la Plaza Oris, aún sintiendo la punzante herida en su abdomen que no se terminaba de curar por completo. Desde su posición, tenía una vista privilegiada de todo lo que acontecía. Sabía que sus hermanos y Boa Hancock la observaban, pero los ignoró, concentrándose en no lastimarse de nuevo.
Un grupo de marinos intentó atacarla, pero Aroa los repelió rápidamente, robándoles la energía vital con una velocidad que la mareaba.
—Genial, ahora no puedo controlar el flujo de malía. Lo único que faltaba para empeorar mi suerte.—Se sostuvo sobre un bloque de hielo, suspirando pesadamente con los ojos cerrados, esperando que se le pasara el mareo.
Observó a Barbablanca peleando con Aokiji de manera bestial y se preguntó cómo era posible que el viejo pirata siguiera vivo y coleando después de todo.
—¿Y Luffy?—Pensó para sí misma, buscando el distintivo sombrero de paja en medio del tumulto.
Y lo encontró, justo antes de que un ataque crítico de Momonga, un vicealmirante espadachín, se dirigiera hacia él. Sin pensar en su herida ni en su cansancio, Aroa corrió a una velocidad sorprendente, interponiéndose entre Luffy y el ataque. Bloqueó el golpe con sus antebrazos, para sorpresa de todos.
—Aroa...—murmuró Luffy, sorprendido al verla bloquear el ataque. Aún más sorprendido estaba al ver que no se cortaba, a pesar de la herida que había visto sangrar abundantemente hace unos minutos.
—¡Tómate un respiro y seguimos corriendo, Luffy!—Aroa pateó la espada del vicealmirante con determinación, girando sobre un brazo para golpearlo brutalmente en la cara. Se deshizo de otro marine cercano y robó su energía. —Bien. ¿Qué tal, me extrañaste?
Luffy soltó una risa cansada cerrando los ojos pero aún sintiendo esa necesidad de seguir corriendo para alcanzar a su hermano, su cuerpo no estaba respondiendo de buena forma y eso era lo único que lo detenía.
—No respondas, sólo descansa unos segundos. Quiero intentar algo contigo, ¿me permites?—Aroa preguntó con una ceja alzada. Intentaría transmutar la malía que robó en energía compatible con Luffy. No era el lugar para experimentar, lo tenía claro como el agua, pero era mejor a nada y si eso mejoraba sus oportunidades de vencer, no perdería la oportunidad.
—Confío en ti, Aroa.
—No deberías decirle eso a un pirata, Luffy. Qué bueno que no soy parte de la especie mala.—Aroa rompió la camiseta de Luffy para tener contacto directo con su piel. Puso ambas manos en el tórax de Luffy y respiró profundamente.
Aroa cerró los ojos y concentró toda la malía que había acumulado en sus manos. Imaginó la energía fluyendo de su cuerpo al de Luffy, como una corriente cálida y revitalizante. Sintió una resistencia al principio, pero se enfocó en el vínculo de confianza que tenía con Luffy. Visualizó la energía moviéndose como una suave ola que se deslizaba por su piel y se filtraba en su núcleo. La energía comenzó a fluir más fácilmente, como si Luffy mismo la estuviera aceptando. Aroa sintió una oleada de calor recorrer su propio cuerpo y, en un momento, casi como si un destello de luz la envolviera, la energía fluyó completamente hacia Luffy.
Incluso la suya.
Luffy gritó, pero no de dolor. Gritó por la descarga de energía, sintiendo una oleada de vitalidad, como si acabara de comer la mejor carne de Rey del Mar cocinada por Sanji. Aroa sintió las vibraciones de la risa burbujeante de Luffy y abrió los ojos, viendo su sonrisa radiante. Para su sorpresa de veía mucho mejor.
ESTÁS LEYENDO
witch | portgas d. ace
FanfictionDebido a un plan fallido, Aroa, una hábil pirata, se ve envuelta en la inminente ejecución de Puño de Fuego Ace. Unidos por la determinación y los lazos forjados en prisión, lucharán contra el destino y desafiarán los límites en una carrera contrar...