Dijeron que llevaban todo el fin de semana moviéndose, sin dirección aparente, y todavía no saben cuál de las dos es la que Avang envió por mí, pues ya no hay forma de que no sepa que el resto de mi escuadra está encarcelada y yo aquí, con Aurora.
No es que tenga en la cabeza quiénes están en qué escuadra y en qué país. No tengo tanta capacidad de memorizar, pero, de todos los que hay en mi memoria, cada uno es peor que el otro.
—¿El mes se tiene que cumplir? —me preguntó la inspectora.
Asentí, mirando la pantalla, luego dirigí mis ojos a ella.
—Todas las escuadras, de todo el mundo, actúan el mismo día.
Se miraron entre sí. Entiendo que ya lo habían supuesto, en cambio, era un dato que no habían confirmado.
—Entonces no irán por Aurora hasta el 25 —señaló el oficial a cargo. Negué, dándole la razón.
—Pero, ¿y tú? —White fue el único que acertó el pero.
—No creo que la escuadra que venga por mí también responda a ese día —dije segura.
No es tanto que se preocupen por mí, sino que soy su único seguro con Aurora, es decir, salvarle la vida y obligar a Avang a moverse.
Ninguno aquí, ni siquiera White, sabían que llevo todos estos días pendiendo de un hilo.
Para mí, cualquier día, desde el 25 del mes pasado, puede ser el último.
Fui por Aurora y hoy también venía con su amiga, Jolie. Por lo menos no tuve que llevarlas a ningún otro lado, sino que iban de regreso a su casa.
Lo que me alteraba los nervios era que ahora tenía las dos miradas sobre mí. No voy a preguntar, porque para la otra niña no tengo ninguna pregunta.
El problema es que necesito concentrarme y ninguna de ellas me ayuda. Yo sé muy bien cuando estoy siendo observada y necesito mi atención en la gente afuera del auto, no en ellas dos.
En un semáforo, empecé a fastidiarme porque no avanzaba y me tocó tres veces el mismo, así que preferí salir de aquí.
Al voltear, Aurora dejó de mirarme, para girar la cabeza hacia la ventana, abrazando la mochila en su regazo. De cualquier manera, no tardé mucho en devolver la vista al frente.
Un par de persecuciones en auto me hicieron excelente detrás de un volante.
Las llevé a la casa de Aurora y dejaron de ser mi responsabilidad en cuanto bajaron del auto.
Mientras comía, seguía pensando en aquellas dos escuadras.
Avang nos hizo maestros en cazar, pero dioses en escapar. A todos nos enseñó todo.
☦
—Nada más diles que vas a estar afuera —habló Marisol, mientras yo comía—. Con eso van a sentirse cómodos —siguió aun si yo estaba concentrada en mi plato—. No los vayas a molestar.
Tragué el bocado y la miré por fin.
—Pero cuídale las manos al flaco —completó Mauricio, a lo que Marisol lo golpeó con el trapo de la cocina.
—No lo espantes —me pidió la mujer, por tercera vez.
Hoy, Aurora y el bastón van a salir, de hecho, por eso vino Jolie ayer, para ayudarla con su ropa.
Son poco más de las cinco de la tarde, así que, entre más tarde sea, menos me puedo alejar de Aurora. Son órdenes de su padre.
—El chico está muy decidido, si no, ya se habría espantado —repuso Eugenio.
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Malditos escrúpulos | TERMINADA | ©
Misterio / Suspenso⛓️ Val se convierte en la guardaespaldas de Aurora, el nuevo blanco de Avang Dhu, la organización que tiene como objetivo asesinar a cualquiera cuya fortuna le venga bien y la misma para la que trabaja Val. Advertencia de contenido sensible ⚠