39. Andrew

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Lo último que me esperaba era la frase que me había dicho Abril

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Lo último que me esperaba era la frase que me había dicho Abril. Sabía que estaba enfadada y que estaba intentando castigarme por mi actitud de mierda. Habíamos empezado un juego de molestarnos mutuamente que ya me estaba hartando; vale, lo inicié yo al ignorarla mientras se dedicaba a besuquear al atontado, pero ya estábamos llegando a unos límites muy peligrosos. Para empezar, yo había decidido meter a Mara en la ecuación, no hacíamos nada, pero sabía que al estar a su lado molestaría a Abril. Y no estaba nada equivocado. Estaba celosísima, tanto, que hasta empezó a hacer el tonto con Rick. Al principio me molestó, sobre todo cuando insinuaron que se habían estado besando, hasta estuve a punto de darle un puñetazo al maldito Rick. Pero después me calmé, sabía que tan solo estaba jugando conmigo y que no había nada de cierto en lo que decían. Abril solo me estaba castigando y la verdad es que me lo merecía aunque me molestaba mucho su actitud. Vale, yo me había portado mal con ella, pero el último comentario que me hizo me había hecho daño de verdad. No había nada que me molestara más que haber decepcionado a mis seguidores, y eso es lo que hice en Belfast. Abril sabía que esto me dolía, sin embargo, decidió atacarme con eso.

Estaba tan dolido que no aparecí por el hotel en todo el día, recibí llamadas de todos, menos de Abril obviamente, pero no cogí el teléfono a ninguno. Necesitaba estar solo y pensar. Me pasé todo el día paseando por Glasgow. Fui por el centro, entré a alguna tienda, tomé un café bien cargado... yo solo, con la única compañía de mis pensamientos. La verdad es que no se estaba tan mal, pero empezaba a echar muchísimo de menos a Abril. Me habría encantado tenerla al lado en ese momento, hablarle de cualquier cosa, hacerla reír con alguna tontería. Pero no podía llamarla y simplemente decirle que viniera conmigo a tomar algo, me mandaría a la mierda. Y me lo merecería, por idiota. Me daba mucho miedo haberme cargado nuestra relación y si intentaba hablar con ella, podría tener la confirmación de que el buen rollo que teníamos se había terminado.

Cuando llegué al hotel ya era muy tarde, así que pensé en pasar por el bar y tomarme una copa antes de subir a la habitación. Creí que estaría solo pero... no. Allí estaba Rick, charlando con el camarero y tomándose una copa. Al verme me hizo una señal para que me acercara, así que no pude huir. Me senté a su lado y pedí lo mismo que él a pesar de que no sabía qué estaba bebiendo.

—Ya era hora, desaparecido. ¿Dónde has estado?

—Por ahí, he visitado Glasgow.

Le di un trago a mi bebida mientras Rick me escrutaba con la mirada. Notaba que mi estado anímico no era óptimo y que no me apetecía tener compañía.

—Si es por lo que te ha dicho Abril...

—No quiero hablar del tema.

—Sabes que no lo ha dicho con mala intención, lo sabes, ¿verdad?

—Sí, claro que lo sé. Pero me ha jodido.

—Solo te está dando de tu misma medicina, molesta, ¿eh?

Siempre nos quedará Edimburgo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora