Ni yo sabía qué cojones me estaba pasando ni en qué cojones estaba pensando. ¿Me gustaba ese juego con Abril? Si, joder, sí. Me encantaba ponerla nerviosa, observar cómo sus mejillas adquirían ese tono rosado cada vez que mis manos acariciaban su suave piel. Pero tenía que parar si no quería sufrir, ella tenía novio, ya tenía a alguien en su vida que podía acariciarla y besarla. Y yo... no tenía a nadie. Y tampoco quería. Solo la quería a ella y ese era el problema.
Me hacía gracia cómo al principio de saber que Abril sería nuestra fotógrafa, tenía miedo de tener que compartir espacio con ella, y sin embargo, dos semanas después de empezar la gira me atrevía a jugar y a llevarla al límite. No sabía por qué lo hacía, bueno sí, porque su cuerpo aún actuaba como un imán sobre mí y me era imposible no acercarme a ella. Era una lástima que ya no me quisiera porque sino, podríamos haber recuperado el tiempo perdido, sobre todo en mi camerino esa tarde. La habría tumbado en ese mismo sofá y le habría hecho tantas cosas indecentes... fue una suerte que ella tuviese la fuerza de voluntad que a mí me faltaba y pudo apartarme a tiempo. Iba a ser muy complicado aguantarme las ganas de besarla durante los meses de gira pero iba a intentarlo, sobre todo por ella porque no quería meterla en problemas por culpa de mis actos.
Estábamos a punto de empezar la prueba de sonido cuando Abril apareció ataviada con su cámara y se colocó en una de las butacas de la segunda fila para ir haciéndonos fotos. En cuanto vi que me estaba mirando, le guiñé un ojo y de inmediato se le sonrojaron las mejillas mientras bajaba la mirada muerta de vergüenza. Me encantaba provocarla así a pesar de que sabía que debía frenar.
Me coloqué la guitarra en el hombro y me giré hacia la banda para dar las últimas indicaciones antes de la prueba.
—Vamos a cambiar de canción —les anuncié—. Haremos la prueba con "Átame".
Sonreí. Esa canción era... especial. Todos aceptaron, menos Mara que bufó y se acercó a mí algo cabreada.
—Ni hablar. Siempre hemos tocado "Snowfall".
Esa canción la había escrito Keyla y siempre la habíamos considerado la canción ideal para hacer una prueba de sonido, ya que con ella usábamos todo nuestro potencial, sin embargo, ese día quería tocar otra.
—Odio decir esto pero... Mara, soy el líder de la banda, así que vamos a tocar la que yo digo.
—¿Des de cuando esto es la dictadura de Andrew?
—¿Te quieres relajar? ¿Tienes que montar un numerito hasta en la prueba de sonido? Ya he tenido suficiente con la que me has montado después del ensayo.
Se quedó perpleja, de hecho, todos se quedaron perplejos al escucharme ya que no se habían enterado de lo que había pasado entre nosotros horas antes.
—No me hables así —musitó.
—¿Y tú sí que puedes hacer lo que te da la gana? —me acerqué a ella para que los demás no nos escucharan—. Para mí sería muy fácil contar lo de esta tarde, ¿quieres que lo diga? Tú quedarías muchísimo peor que yo, te lo aseguro.
ESTÁS LEYENDO
Siempre nos quedará Edimburgo #2
Teen FictionATENCIÓN!!!! Esta es una segunda parte. Si no has leído Siempre nos quedará Londres te vas a comer unos cuantos spoilers y no entenderás nada. Sinopsis en el interior para evitar spoilers :)