49. Andrew

5 1 0
                                    

Desde que nos habían contratado en una de las discográficas más conocidas del país, estábamos algo obligados a acudir a cenas y fiestas organizadas por ellos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde que nos habían contratado en una de las discográficas más conocidas del país, estábamos algo obligados a acudir a cenas y fiestas organizadas por ellos. Eran actos hechos para hacer contactos, nada más. Margaret siempre repetía que era bueno conocer a compañeros de la industria musical para futuros proyectos y colaboraciones. Yo odiaba esos actos. Y más si había un photocall como el de esa noche. Sonrisa por aquí, flash por allá. Era horrible.

Me sentía como un Ken. Con mi traje. El cabello repeinado. Y mi mejor sonrisa. Falsa, claro.

Lo único bueno era que a esa cena iría Abril. Tenía muchas ganas de verla vestida de gala, de reírme con ella y pasar olímpicamente de todos los invitados. Pero aún tenía que esperar hasta estar en el hotel donde se iba a llevar a cabo el evento. Y aún faltaban horas.

Me miré en el espejo de mi habitación otra vez. Me veía guapo. Sexy. Arrebatador. Mi abuela, que en paz descanse, estaría orgullosa si supiera lo mucho que me quería a mí mismo.

Me había puesto el traje granate; el mismo que me puse el día de la exposición de Abril. Llevaba una camisa negra por dentro del pantalón y encima la blazer de color granate. Los chicos no teníamos mucha variedad en cuanto a vestuario, por eso a veces me daba por arriesgar.

Sí, para mí, arriesgar significa ponerme un traje granate oscuro. No me veía capaz de utilizar otros diseños más atrevidos.

Mientras seguía observándome, recibí un mensaje de Marga avisándome de que ya tenía que bajar. Cuando llegué al hall, ya estaban mis amigos junto a nuestra mánager. Me extrañó no ver a Abril por ninguna parte, así que me acerqué a Marga.

—¿Dónde está Abril?

—Ella y Tina vendrán más tarde, ellas no tienen que pasar por el photocall.

El puto photocall de los cojones.

Asentí y me fui con los demás que ya estaban vestidos para la ocasión. Lío y Rick iban vestidos de traje, pero mientras el primero iba súper formal, el segundo iba con unos tejanos oscuros y una camisa blanca con los primeros botones desabrochados; muy informal. Por otro lado, Keyla se había recogido el cabello negro en una coleta alta y llevaba un mono rojo sin tirantes que le quedaba espectacular. Mara, que estaba hablando con ella, se había puesto un vestido negro muy sencillo que le llegaba por las rodillas.

Todos estábamos genial, pero yo me moría de ganas por ver a mi Abril. Ya dicen que lo bueno se hace esperar, así que tuve que esperar bastante.

Al llegar al hotel fue una auténtica locura. Había mucha gente esperando fuera, fans de otros artistas deseando poder sacarse una foto con sus ídolos. Cuando salimos de la furgoneta, la gente nos gritó como si fuésemos Coldplay. Muchos de los allí presentes no nos conocían, estaba seguro, sin embargo alguna que otra chica quiso hacerse una foto con nosotros aludiendo que era nuestra mayor fan. Todas decían lo mismo.

Siempre nos quedará Edimburgo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora