Al día siguiente todos nos fuimos a dar una vuelta por Belfast para conocerla mejor. Estaba tan cansada que apenas presté atención a lo que estábamos viendo; ya que toda mi atención estaba puesta en Mara y su estúpida manía de acercarse demasiado a Andrew. Él intentaba alejarse, sobre todo cuando se daba cuenta de que los miraba, pero a ella parecía no importarle en absoluto. Y me cabreaba, sí, me cabreaba una barbaridad.
Cuando ya caminábamos de vuelta hacia el hotel, recibí un mensaje al móvil, al abrirlo vi que se trataba de Marc.
Marc: dónde estás?
Abril: en Belfast, hemos ido a dar una vuelta y ahora estamos volviendo al hotel.
Abril: estoy muy cansada, necesito dormir :(
Marc: pobrecita mía, te cansan demasiado estos chicos.
Sonreí con ternura al leer sus mensajes. Marc era adorable y la verdad es que empezaba a echarle bastante de menos. Durante esos días habíamos estado hablando bastante, me había enviado fotos de Cleo y me explicaba que la gata se subía a la cama para dormir con él casi cada noche. Imaginármelos a los dos en la cama me hacía sonreír como una tonta; tenía que ser algo muy adorable de ver.
Suspiré hondo mientras guardaba el móvil en el bolsillo del abrigo. Me sentía un poco mal por estar perdiéndome esos momentos entre Marc y Cleo, sin embargo, todo el pesar que podría sentir se esfumó en cuanto entramos al hotel.
Me quedé de piedra cuando vi que, sentado en uno de los sofás del hall, estaba esperándome Marc. En cuanto se dio cuenta de que estaba allí, se levantó con una sonrisa enorme en la cara y corrió hacia mí para abrazarme con todas sus fuerzas. Me agarré a su cintura mientras él no paraba de dejarme besos por todo el cuello y las mejillas.
—Madre mía, te he echado tanto de menos...
—Pero, ¿qué haces aquí? —pregunté sonriente.
Por única respuesta, me agarró de las mejillas y unió sus labios con los míos. Me limité a disfrutar, acariciando sus labios con los míos, mezclando nuestros alientos, sin importarnos nada más que nosotros mismos. Me agarré más a él, profundizando ese beso que no sabía que necesitaba. Como respuesta, Marc dejó escapar un suspiro antes de separarnos unos milímetros para coger aire. Entonces, empezó a darme pequeños besitos en los labios que me hicieron reír como una tonta. El corazón me iba a mil por hora. Estaba feliz por su visita.
Sin embargo, mi sonrisa se congelo en cuanto me di cuenta de lo que acababa de hacer. Había besado a Marc, mi novio, justo delante de Andrew. De inmediato, miré hacia donde tendría que estar él y al no encontrarlo, paseé la mirada por el hall hasta que lo encontré en frente de los ascensores y me miraba, nos miraba. Su mirada gélida me estrujó el corazón. Sentí cómo me quedaba sin aire.
Me aparté de Marc para ir en su busca, pero él ya había entrado en el ascensor. Antes de que se cerrasen las puertas me dio tiempo a ver que Andrew ya no nos miraba, tan solo observaba el suelo, cabizbajo.
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Siempre nos quedará Edimburgo #2
Teen FictionATENCIÓN!!!! Esta es una segunda parte. Si no has leído Siempre nos quedará Londres te vas a comer unos cuantos spoilers y no entenderás nada. Sinopsis en el interior para evitar spoilers :)