El hámster del Gran Duque del Norte [Traducción]

02. (Parte 3)

Contrariamente a las preocupaciones, Kyle no mató a nadie.

Cuando vi la espada brillar tan aterradoramente, temblé porque pensé que en realidad estaba tratando de matar a tres personas de un solo golpe, pero aún así logró someter a los ladrones con solo el dorso de la espada.

No, sinceramente, sería un poco injusto llamarlo sometimiento.

—Hiic... (Disculpa...)

Kyle literalmente hizo polvo a los tres muchachos en un día lluvioso.

Dos personas se desmayaron en un instante al ser golpeadas con mucho resentimiento personal, y la otra persona cayó al suelo y tembló como un álamo.

Supongo que no es que no se desmayó, sino que no pudo. Porque Kyle controló su fuerza como un fantasma y lo venció. ¿...Estás sacando tu ira?

—¿Quién te envió?

—Kyle pregunto sosteniendo la espada cerca de la garganta del ladrón.

—Si denuncia quién estuvo detrás de esto, le ahorraré la pena de muerte.

—S, sólo estabamos buscando algo que valga algo de dinero

—¿Algo que valga dinero?

No estaba del todo mal, pero era algo absurdo.

Si encuentran a una mujer, ¿la capturarán o la asesinarán? Como su oponente era Kyle, parecía un tonto, pero si estuviera frente a una persona débil, no habría dudado en robarle.

Y la razón por la que parecían aún más insignificantes era simplemente porque no tenían ningún plan y eran impulsivos. En comparación con otros nobles, la habitación del Gran Duque puede no haber estado tan bien vigilada, por lo que puede haber parecido fácil.

—¿Nadie te instigó a secuestrar a la bestia demoníaca?

Dijo Kyle sombríamente.

—Esta es la última pregunta.

—Es, eso, e...

El ladrón tembloroso se levantó de alguna manera y me miró. ¿Por qué? No me mires pidiéndome que te salve, ladrón de hámsters.

—¡...Era una bestia demoníaca!

Así es. Llegó después de escuchar el rumor de que el Gran Duque había escondido a una mujer, pero no la encontraba por ningún lado y encontró un hámster comiendo almendras. Ellos también deben haberse sentido avergonzados.

Los ojos de Kyle escanearon rápidamente el estudio. Unos cuantos papeles dispersos estaban relacionados con la administración del patrimonio de Blake, y las macadamias... eran mi merienda.

Kyle levantó su espada, como si estuviera convencido de que no eran al menos profesionales u organizados. No sólo el pequeño ladrón, sino incluso yo, estábamos nerviosos por la fuerza viciosa que hacía parecer que alguien podía cortarle la cabeza en cualquier momento.

—B, bueno, Gran Duque...

Clack.

El hombre enmascarado, que había estado luchando por levantarse, cayó torpemente. Gracias a esto, yo, que había estado escondido silenciosamente en un rincón de la casa, salté y me sorprendí.

¡No, es una sorpresa! Incluso si te caes, ¿por qué molestarte en caer justo frente a mí? ¡Hice contacto visual con un chico que se estaba desmayando!

—Castaña.

Metió su mano dentro de la casa de hámster y me levantó con cuidado.

—¿Estás bien? Debes haberte sorprendido mucho.