Capitulo 11: Historias en un bar.

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Aún en este tren donde me encuentro...
Ella es mi parada obligatoria.

Llorar por ella / Edén Muñoz y Kany García

Después de un rato de llorar en los brazos de mi hermano, logre calmarme y las preguntas de lo que me dijo hace rato, junto con la forma en la que recibió a Mer, llegan a mi mente.

-Oye...

-Emmm...

-Me entro una duda.

-Dime.

- ¿Por qué cuando viste a Mer corriste a abrazarla y no a gritarle, como me imagine que pasaría?

- ¿Por qué tendría que gritarle? –me responde el con una cara extraña.

- ¿y porque no? –pregunto yo.

-La gente habla Addison, soluciona las cosas y ella y yo ya lo hicimos – me dice señalándome, estoy más confundida, está claro que ella le hablo y le conto lo que paso, pero no creo que eso haya solucionado todo.

Cuando descubrí que Meredith me había engañado, o eso creía yo, a la persona que llamé para que me contuviera y ayudara a volar a Seattle, fue a él, y claro que cuando le conté todo lo que había pasado, él fue el primero en defenderme y odiar a Mer, pero ahora parece que eso cambio.

-Sabias que tuvo una hija, mi hija –le digo yo, pero su rostro no muestra sorpresa en absoluto.

-Lo sé –me contesta el –también sé que la perdió a las horas de nacida y que nunca te engaño –añade el.

Yo estoy más que confundida, no entiendo porque él sabe todo esto y yo ni enterada estaba.

- ¿Todo eso te conto, cuando te llamo para decirte que me había ahogado? –le digo yo, sin entender nada.

-No Addie, solo me hablo para decirme que había pasado y que ya sabias la verdad, eso fue todo.

- ¿Entonces?

-Hablamos Addison, hace casi dos años y de ahí no hemos perdido contacto.

-Pero ¿cómo?, ¿Cuándo?

-Desde el funeral de Naomi –me dice él.

- ¿Porque nunca me dijiste?

-Porque le prometí no decirte lo del bebé –me dice el, calmado -pero sí te podía decir que la había visto, pero tú te negabas a saber cualquier cosa relacionada a ella –eso era cierto.

-Necesito que seas sincero conmigo

-Está bien -me dice el, con un suspiro y me comienza a contar lo que paso el día que se reencontró con ella.

Archer:

Me encontraba en un bar de los ángeles, acababa de perder a mi esposa en un accidente y lo último que quería era estar en mi casa, donde mi hermana me estuviera preguntando a cada rato como estaba, mi hija me viera con sus ojos tristes y todo lo que ahí había me recordará a ella. Así que la forma de evadir mi realidad y la salida más fácil, en estos momentos, es un bar y un tequila bien fuerte.

Cuando llego, observo el lugar a donde acabo de entrar, es pequeño, pero acogedor, alrededor hay algunas mesas, y en la barra observo a algunas personas, unas solas y otras con compañía, hasta que observo una melena rubia, que se me hace familiar.

Doy un suspiro y me dispongo a entrar por completo, y dirigirme hacia la barra, donde pude comprobar que mis sospechas eran ciertas, la rubia que ahí se encontraba, era mi cuñada.

- ¿Qué paso cuñado? –me dice ella, cuando se percata de mi presencia - ¿Qué te trae por aquí?

-Al parecer lo mismo que a ti –le digo yo, me siento a su lado, pidiendo lo mismo que ella está tomando, tequila - ¿ahogando las penas? - le preguntó cuándo veo que se toma el tequila, como si fuera agua.

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora