Capitulo 2.4: Castigos

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Now I'm running with my dress unbuttoned.
Screaming "But Daddy I love him!"
I'm having his baby.
No, I'm not, but you should see your faces.

But Daddy I Love Him / Taylor Swift.

Hope:

-Esto es increíble –se escucha a través de la puerta –nosotras no las educamos así.

Estaba parada afuera del cuarto de mis madres, comiéndome las uñas, a mi lado, estaba parada mi prima Bea, todavía más nerviosa que yo.

Ellas tenían casi dos horas encerradas ahí, mientras mi mamá gritaba y mi mami intentaba hacerla entrar en razón, un poco más calmada.

-Creo que estamos fritas –murmura mi prima.

-Y bien fritas –le contesto.

Ambas sabíamos que estábamos metidas en graves problemas, y por los gritos de mamá, el castigo iba a estar bueno.

- ¿Crees que me perdonen en algún momento?

-Ellas lo harán –murmuro –no pueden estar enojadas contigo toda la vida.

-Estoy segura que ellas también aceptaran tu nueva relación.

Yo le doy una sonrisa triste -de verdad espero que así sea –le toco su vientre plano, de forma delicada –entonces, ¿voy a ser tía? –ella asiente con lágrimas en los ojos –serás una gran madre.

Bea estaba embarazada, de 6 semanas, aproximadamente, y aunque se supone que tendría que ser una noticia alegre, ella nos confesó que el padre del bebe, no es mi primo Alexander, había engañado a su prometido, con un chico de su taller, lo que llevo a mis madres al borde del colapso.

Ella recarga su cabeza en mi hombro, cuando escuchamos que la puerta se abre, era mi mami, que venía muy seria, que daba miedo.

-Chicas, su madre quiere hablar con ustedes – dice, dando un suspiro, su tono es serio.

Nosotras asentimos, con miedo a entrar a esa habitación.

- ¿Estas molesta con nosotras? –murmuro, con la mirada en el suelo.

-No cariño, no estoy molesta con ustedes, y tu mamá, solo está enfadada por esta situación -nos dice levantando mi cara con delicadeza, para que la mirara a los ojos -y yo esperaba que me tuvieran un poco de confianza, para contarme lo que sucedía.

Sus ojos no reflejaban enojo, pero si un poco de decepción.

-Esperanza y Beatriz –grita mi madre, desde adentro de la habitación.

-Bueno, creo que es hora de entrar –dice mi mami, dejándonos pasar –verán que todo estará bien – nosotras asentimos y entramos, tomadas de la mano, y de forma lenta.

Justo como lo imagine, ella tenía una cara de pocos amigos, sus ojos estaban hinchados y rojos, no sé si por llorar, o de coraje, pero sé que no había odio en ellos, pero si decepción y una pizca de celos.

-Creo que estas exagerando un poco –le digo, después de escucharla, decirme por milésima vez, como pude ser tan tonta, para ser novia de un chico, que acabo de conocer hace dos semanas, y para colmo, es mayor que yo.

- ¿Qué estoy exagerando? –me dice incrédula –hija, no sabemos que mañas tenga ese muchacho, no lo conocemos.

-Yo si lo conozco.

-No –me interrumpe –no lo conocemos Esperanza, ¿cómo puedes conocer a alguien que conociste hace unas semanas?

Yo me quedo callada, tenia razón, pero con el tiempo nos podemos conocer más, ese no es problema.

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora