No merezco volver segunda parte

Capítulo 2.20: legalmente ilegal

Addison:

Después de la reconciliación con mi hija, y de tenerla todo el día molestándome con que Derek ahora es su papá, me encontraba buscando a mi esposa, tenía una gran noticia que darle, aunque no tendría que enterarse él como la conseguí.

-Hola guapa –digo, abrazándola por detrás.

Ella estaba en la computadora de uno de los, cubículo del hospital, revisando algunos documentos.

-Hola amor, que te trae por aquí.

-Al fin pude deshacerme de tu hija, y quería aprovechar para traerte una sorpresa –le digo, pasándole un sobre, y ella lo toma con curiosidad.

- ¿Y esto?

-Ábrelo

Ella hace lo que le pido, y sus ojos se abren demasiado, al ver lo que ahí estaba.

- ¿Cómo lo conseguiste?

Era el medicamento que Derek y Lexie, le estaban administrando a sus pacientes con Alzheimer.

-Tu hermana me lo dio.

- Pero ¿cómo?

-Desde hace unos días, junto con Amelia y mi hermano, hemos estado buscando una forma de ayudarte, llegando a la conclusión que lo más sensato, era decirle a Lexie y a Derek que si podían proporcionarte la medicación correcta.

- ¿Y acepto? -yo asiento-pero te dije que yo no quería que me incluyeran en su estudio.

-Y no lo harán, la convencimos de que te diera el medicamento por fuera, nos costó, pero lo logramos.

-No puedo creerlo -dice jugando con el sobre, entre sus dedos.

La realidad era que ella no había aceptado, pero Mer no tendría por qué saber, no quería preocuparla más.

-Lex, ¿estás ocupada?

-No, ¿necesitas algo?

-Podrías revisar estos estudios por favor –le digo pasándole el sobre de la tomografía, sin decirle de quien son.

-Por supuesto, ¿es paciente tuya?

-Si –mentí.

Ella comienza a revisarlos y por su cara sé que algo no va bien.

-Mira, estas son de hace una semana, y estos de cuando le dieron el diagnostico.

-Esto avanza muy rápido -murmura.

- ¿Crees que la puedan integrar a su estudio?

-Me temo que no cuñada, como te menciono, la enfermedad está avanzando muy pronto.

- ¿Y no podrías darle solo la medicación? –ella enarco una ceja, por mi insistencia, e hizo los ojos chiquitos, como si quisiera entender algo.

-Dime la verdad, estos estudios son de mi hermana, ¿verdad?

-Tu... ¿tu sabia? –digo tartamudeando.

-Ella me lo conto, cuando tuvo un error en una cirugía, yo misma le propuse incluirla en el estudio...

-Pero no quiso.

-Mi hermana es muy terca, si hubiera aceptado en ese momento, yo podría haber hecho algo, pero ahorita ya no, su enfermedad está avanzando, más de lo que me gustaría –me dice, mostrando los estudios, y efectivamente el Alzheimer, se ha invadido muy rápido, por su cerebro –me sigue sorprendiendo como sigue dirigiendo todavía este hospital, como sin nada.