Capítulo 2.12: la verdad duele

13 1 0
                                    

Meredith:

-Y me confeso que le gustaba, desde hace mucho –menciona, con incredulidad.

- ¿Y tú le dijiste, que no sentías nada por ella? –ella asiente.

-Exactamente.

- Pero la besaste.

-Y ella salió huyendo, ma, como puedes decirle a alguien que te gusta, y salir huyendo, cuando la besas.

-Tal vez se asustó, mi amor, además le dijiste que solo te gustaban los chicos, cuando tú fuiste la que dio el primer beso.

-Solo quería comprobar que no sentía nada por ella.

- ¿Y lo comprobaste?

Ella asiente –y lo que descubrí, realmente me asusto.

-Ni como ayudarte chaparra –ella hace un puchero, y yo la abrazo.

El amor adolescente es muy bonito, pero a veces, nosotros lo complicamos mucho.

De repente la puerta se abre, y la persona que menos quería ver, entra por ella.

Y ahí estaba, tan hermosa como siempre, solo observándome, y observando a Hope, que la mira con demasiada seriedad, mientras ella me ve, con esa mirada que conozco muy bien, la misma que pone cuando me roba los roles de canela que acabo de hornear, y la que puso, cuando me contó que Derek no había sido solo una aventura, esa mirada, con una extraña mezcla de culpa, pena, hasta placer, pero nunca arrepentimiento.

-Esperanza, viniste –le dice mi esposa a mi hija, con una sonrisa, y mi hija se tensa.

-Hola mamá –le dice, seria –voy a ver si mis hermanos ya llegaron, más tarde te vengo a ver mami –me da un beso en la frente, y le da una sonrisa de lado a su madre, y sale.

Ella se queda ahí, parada, desconcertada, por la forma en la que nuestra hija la trato.

- ¿Me perdí de algo?

-Ella los vio –Addison me sigue viendo, sin entender de que hablo –a Derek y a ti, en tu oficina, hace como media hora –y su rostro me dice, que ya sabe de qué hablo –además, de que ahora sabe lo que paso, y esta dolida.

- ¿Le contaste? –dice, dejando su bolso, en una mesa, al lado de mi cama de hospital.

-Si, bueno, lo poco que se y recuerdo de esa época.

-Yo... solo... -comienza a hablar, pero las palabras no le salen con claridad.

- ¿Por qué lo hiciste Addison?

-Solo, me dejé llevar, me acababa de enterar que tenías Alzheimer, Cristina me conto –ella bajo la mirada, claro que Cristina le iba a terminar contando todo –después supe que habías tenido un accidente, y fue mucho para mi Mer.

-Qué decidiste besar a Derek, Addison, pensé que esa etapa de hacer las cosas por impulso, cada que la situación te rebasa, ya estaba superada.

-Yo también pensé que la etapa de ocultar cosas graves, la habíamos superado, y mira, me equivoqué.

-No quería que sufrieras.

-Meredith, yo ya estaba sufriendo, tu indiferencia, el que ya casi no pasamos tiempo juntas, y el no entender que pasa, eso también es sufrir, ¿por qué no me lo dijiste?, Por qué dejaste que alguien mas me dijera y no tú, mi esposa, ¿acaso querías que me enterara, cuando esa sobredosis, provocara que ya no estuvieras aquí?

Cristina le había contado nuestras platicas, y mis planes, pero esos planes habían cambiado, cambiaron cuando vi el miedo en los ojos de mi hija.

-Te lo iba a decir, solo no encontraba la forma y el valor, que tú lo sepas lo hace más real, y eso me aterra, sabes.

-Soy tu esposa Mer, tengo el derecho de saberlo.

-Lo sé, lo sé, solo, no es tan fácil.

Ella relaja un poco su expresión, mostrando comprensión.

- ¿Desde cuándo lo sabes?

-Hace poco más de un mes.

- ¿Quién más lo sabe? –pregunta, como si este fuera un interrogatorio, peo ella merece saber la verdad.

-Cristina, Amelia, quien fue la que lo diagnostico, y Hope, y ahora tú.

- ¿Hope lo sabe? –exclama, incrédula.

-Sí, el día que me entere, ella me escucho hablar con Cris, desde entonces lo sabe.

-No me dijo nada –murmura.

-Porque yo se lo pedí, pero ella fue la primera en obligarme a decírtelo.

- ¿Y qué piensas hacer?, porque, déjame decirte desde ahora, que una sobredosis de morfina, es una gran locura Meredith.

-Lo sé, solo, en ese momento pensaba en protegerlos, en que ustedes no sufrirán, lo que yo pase con mi madre, pero puedes estar tranquila, esa idea, ya está descartada.

Ella suelta un suspiro.

- ¿Entonces?

-Entonces, comenzare el tratamiento, para controlar los síntomas, y evitar que la enfermedad avance más rápido, solo eso, no hay más que hacer.

-Podemos buscar otras alternativas, tal vez Lexie y Derek, te puedan incluir en su estudio... no se... tal vez.

-A ese ni me lo menciones –la interrumpo –y no dejare que me utilicen como su experimento.

-Está bien –baja su mirada, sé que estaba dolida, por ocultarle la verdad, lo veía en sus ojos, pero yo estaba mas furiosa, porque beso a su ex, y ahora, pretendía que el me curara, como si fuera su conejillo de indias - ¿seguirás siendo jefa?

-Mientras sea funcional, si, ya después, ocuparan mi lugar, Bailey, o tal vez Alex.

- ¿Vas a seguir operando?

-Por supuesto, eso es lo que mantiene a mi mente activa –ella asiente, no muy convencida –ahora tu dime, ¿nuestro matrimonio, todavía tiene solución?

Ella no me contesta, yo quería que me dijera que sí, que lucharíamos con esto juntas, como siempre lo hemos hecho, pero simplemente desvió la mirada, y en un susurro, casi inaudible, me dijo...

-No lo sé.

Mark:

Llego al hospital, de la mano de Ellis, que cuando ve a mi tía Amy, corre a su lado, mientras yo a lo lejos, veo a mi hermana, sentada en una de las escaleras del hospital, dibujando, algo que no hacía desde hace mucho, y me acerco, un poco furioso con ella.

- ¿Por qué no me dijiste lo que pasaba con mamá?

-Hola a ti también –menciona distraída –yo no era la indicada para contarte algo así.

-Pero soy tu hermano, soy su hijo –replico, sintiendo una opresión en el pecho, de angustia, mezclado con celos - ¿por qué a ti te lo dijo, y a mí no?

-No me lo dijo, Mark, yo me entere –yo la miro sin entender –la escuche hablar con la tía Cristina, y pues ella se dio cuenta, y termino contándome todo, haciéndome prometer que no les diría nada, hasta que ella estuviera lista para hacerlo.

-Se va a morir –murmuro.

-Espero que no hermano, pero tenemos que estar para ella, apoyándola, y comprendiendo que no será fácil, lo que está por venir.

- ¿Desde cuando eres más sabia que yo? –pregunto entre lágrimas, y ella me abraza, dejando su cuaderno a un lado.

-Siempre he sido más sabia que tu –dice con superioridad, típico de mi hermana, y yo solo rio, con la esperanza, que todo estuviera bien, y no se desmoronara, enfrente de nuestros ojos.

---------------------------------------------------------------------------
Hola, espero les guste este nuevo capitulo y si es asi denle estrellita y comenten. (⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠).

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora