Capitulo 28: celosa

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Addison:

-Tierra al fin –fue lo primero que dijo Meredith al bajar del avión.

Había sido un vuelo un poco caótico, ya que, debido a las turbulencias, el avión perdió un poco de altura, provocando que pensáramos que se iba a caer, logrando que el miedo que Mer les tiene a los aviones, solo aumentara más.

A lo lejos vemos como dos niños besan el suelo, justo cuando bajan del avión.

-Claramente seria yo – me dice Mer, y eso es cierto, si no fuera porque la llevo aferrada a mi brazo, ya hubiera corrido a hacerle segunda a los niños.

-Te reto a que los imites – le digo yo con una sonrisa, un poco burlona y ella solo niega varias veces, dándome un pequeño codazo.

Salimos de la pista de abordaje, dirigiéndonos a la salida del aeropuerto, donde una camioneta que había enviado Bailey, nos esperaba para llevarnos al hotel y de ahí al hospital.

El caso era un poco complicado, y se agravo más debido al accidente que la mujer tuvo, y por lo que nuestra llegada aquí, se adelantó.

Cuando llegamos al hospital, la jefa de cirugía nos recibió, con una naturalidad, como si ya nos conociera de años, aunque era la primera vez que yo la veía, en mi vida.

-Vengan por aquí – nos indica con una sonrisa, era una persona muy amable –esta es mi oficina –nos dice ella, cuando termina de mostrarnos una parte del hospital, y se hace a un lado para que podamos entrar.

Ahí nos explica, lo complicado que esta el caso, nuestra paciente tiene 8 meses de embarazo, su embarazo es ectópico, sobre cicatriz de cesárea previa... se suponía que nosotras vendríamos a realizar la operación cuando ella cumpliera los 9 meses de embarazo, pero al parecer tuvo un accidente de auto, lo que desencadeno el parto, poniendo en riego a la madre y al bebe.

Ambas nos dirigimos al cuarto donde la paciente se encontraba, cuando llegamos, dos residentes se presentan con nosotras.

-Hola doctoras, yo me llamo Shane Ross y soy residente de cirugía general –nos dice, el chico más joven.

-Oh mi dios – escuchamos un grito, viendo como la chica casi brinca cuando se da cuenta de nuestra presencia – Addison Montgomery –dice emocionada, ignorando a Meredith, que la veía con cara de pocos amigos –la mejor gineco-obstetra y cirujana fetal de este país.

Cuando iba a contestar, ella me abraza efusivamente, mientras Meredith, nos veía claramente celosa.

-Y ¿doctora?... –le dice la residente, viendo a Mer, esperando saber su nombre.

-Meredith Grey, jefa de cirugía general –contesta con superioridad.

-Mika Yasuda, residente de obstetricia – contesta, extendiéndole su mano, que ella toma de mala gana.

-Ok, Ross, nos ayudaras a valorar a la paciente, necesitamos que evalúes ... -Mer comienza a explicarle al residente lo que necesita que haga, mientras yo entro a revisar a la paciente, que permanece sedada, cuando ambas terminamos, la residente se acerca a nosotras.

-Bueno, Ross lleva a la paciente a realizar unos estudios por favor – le dice Mer.

-Y yo, ¿qué hago, doctora? –le pregunta la residente.

- Puedes traernos un café por favor, el mío con una de azúcar y el de ella, sin azúcar por favor –le dice de forma profesional y yo solo observo como la chica se va apenada e indignada.

-Celosa –le digo al oído, y ella me voltea a ver ofendida, saliendo de la habitación y yo solo ruedo los ojos, siguiéndola.

-No estoy celosa – me voltea a ver con un puchero.

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora