Capitulo 54: Seras mia.

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-Guácala –dice Bea, viendo todo el desastre que hice.

-Necesito ir ahí –digo limpiándome la boca, con mi mano e ignorando a mi sobrina.

-No Meredith, puede ser peligroso.

-Ese hombre es un psicópata, viene por Addison, estoy segura, necesito proteger a mi mujer.

-Y yo necesito protegerte a ti y a ese bebé –me dice en un susurro, para que Bea no escuche y se asuste más.

Escuchamos otro disparo, y yo saco fuerzas, de no sé dónde, y lo aviento, alejándolo de la puerta, provocando que choque con unos estantes, y salgo corriendo de ahí, rumbo al pasillo.

De lejos, alcanzo a ver, que Addison está del otro lado de la pasarela, que da a su oficina, mientras el maldito de Sam, la apunta con una pistola.

Yo intento llegar hasta ahí, pero soy retenida por Derek, que es más fuerte que yo, impidiéndome que sigua caminando.

-Derek, suéltame por favor.

-Tío Sam –grita mi sobrina, emocionada, dando pequeños brincos para que el la viera.

Provocando que ellos volteen a donde estábamos, y Sam, dirige la pistola hacia nosotros, mientras yo solo cubro a mi sobrina, mientras ella se tapa sus oídos con sus manos, asustada, cuando el da un disparo al aire.

-Mi amor, tienes que ir con el tío Derek, por favor, en la cafetería están tus primos, ve con ellos, por favor.

-No mami, yo me quiero quedar contigo –me dice, con lágrimas en sus ojos, debido al susto.

-Derek, la podrías llevar con Lexie, por favor.

-No te puedo dejar aquí sola –me dice él.

-Por favor, yo tengo que cuidar a mi novia, por favor.

-Ve a donde ella te dice –escuchamos que Mark y Alex, junto con Cristina, llegan a donde estábamos nosotros –yo la cuido, pero tu cuida a mi sobrina por favor.

El solo asiente, y carga a mi sobrina, que se rehúsa a irse, pero necesito protegerla.

A lo lejos se escuchaban sus suplicas y su llanto, mezclándose con la desesperación de Addison.

En cuanto Mark se descuida, yo salgo corriendo hacia donde estaba la pelirroja, siendo seguida por Mark y todos los demás.

-Mira nada mas quien apareció –dice Sam, cuando me ve llegar –vine por plata y encontré oro.

-Mer no –murmura Addie, con miedo en su mirada.

--¿Qué quieres Sam? –le digo de forma valiente, ocultando mi miedo –vienes por mas golpes, pensé que esa vez habías entendido, y nos dejarías en paz, a no, ya recuerdo, dijiste que pegaba como niña, al parecer, no quedaste muy convencido de eso.

-Mira, nos salió broncuda la muchacha, justo como me gustan –dice, de forma grotesca –pero tranquila, que no venía por ti, pero ya que estas aquí, primero veras morir a esta perra, y después vendrás conmigo.

-Sam, por favor, a ella no le hagas nada, ella no tiene nada que ver en esto.

-Meredith, ella me robo tu amor –dice todavía apuntando a Addison con el arma –si no fuera por esta, tu y yo seriamos muy felices.

-Yo soy lesbiana, Sam, ella no te robo nada, yo nunca fui tuya, así que, por favor, recapacita, y no le hagas nada.

El no entendía razón, todos intentaban calmarlo, y obligarlo a bajar el arma, pero él no cedía.

-Tal vez, esa vez en el parque no tuve suerte de acabar contigo y con tu pequeña sobrina, pero esta vez no fallare – le dice a Addison.

-Fuiste tú maldito –le dice ella, con coraje, intentado acercarse a él para pegarle, pero yo la retengo.

-Si fui yo –dice de forma sínica –que pensaban, ¿que yo no cumplo mis amenazas?, pues que cree, que yo soy hombre de palabra, y lo que digo se hace.

Dice, disparando sin piedad alguna, 3 disparos, dos de ellos, hacia Addison, y uno lo falló.

Ella cae en mis brazos, mientras él nos ve con una sonrisa sínica, y Cristina corre luego, luego a nuestro lado, para auxiliarnos.

-Mi amor, resiste por favor –le digo, mientras la recuesto en el suelo y cristina la revisa.

-Mer –dice ella con dificultad.

-No hables mi amor, vas a estar bien.

-Nnno estoy tan segura, solo prométeme que vas a ser muy feliz, y que cuidaras de él o ella –me dice acariciando mi vientre, sin saber que seremos madres.

-Lo haremos las dos, mi amor.

-Y dile a mi hermano y a mi sobrina que los amo.

-Hey, no cierres tus ojos, por favor.

-Te amo, Meredith Eleonor Grey –me dice, con dificultad, antes de cerrar sus ojos.

-La estamos perdiendo –dice Cristina –me la tengo que llevar.

-No irán a ningún lado –dice el, apuntando a todos con su arma.

-Por favor, deja que se la lleven –le ruego, con lágrimas en mis ojos -tú me quieres a mí, no a ella, por favor, deja que se la lleven y yo iré contigo.

Él se acerca a mí, y me levanta de un tirón, permitiendo que se lleven a Addie, mientras él me aferra hacia su cuerpo, evitando que escape.

A Addison se la llevaron, Alex y Cristina, mientras Mark, se quedó, para evitar que el me llevara.

-Por fin estamos juntos, mi amor –me dice, acariciando mi cara, y apretando mi vientre.

-Sam, suéltala por favor –ruega el, y yo siento un dolor en mi vientre.

-Nunca –le dice el, ahora apuntándolo, y apretando más mi vientre, haciéndome sentir más dolor.

-Está embarazada –dice el –por favor, no le hagas nada.

En eso siento que algo corre por mis piernas, era sangre.

-Pues ya no lo está –dice el con ironía y descaro, lo odio demasiado.

En eso, vemos como varios policías, comienzan a subir, provocando que él se ponga nervioso, intentado llevarme, Mark, intenta rescatarme, pero de un momento a otro, se escucha un disparo, y todo se vuelve negro a mi alrededor.

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Hola, espero les guste este nuevo capítulo, si es asi denle estrellita y comenten. (⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠).

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora