Capitulo 30: pajarito colibrí

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Todo va a estar bien, pajarito colibrí.
Ya no tengas miedo de vivir.
Todo va a estar bien, pajarito colibrí.
Tú llegaste al mundo para ser feliz.

Pajarito colibrí / Natalia Lafourcade.

Habían pasado algunas horas desde que salimos del hospital, después de hablar con la jefa de cirugía, nos dirigimos al hotel a descansar, Bailey, había pedido habitaciones por separado, pensando en que la pelirroja y yo, todavía estábamos separadas, aunque en realidad no sabía que éramos ahora mismo, pero amigas, definitivamente no, éramos algo mas y eso me hacía muy feliz.

Ya era de noche, así que me encontraba en la recepción del hotel, esperando que mi cita del día de hoy llegara.

A lo lejos puedo observar como una melena roja se mueve al ritmo de sus pasos, ella me busca con la mirada y cuando me ve, me sonríe, dirigiéndose hacia mí con una sonrisa, se veía muy hermosa, con un vestido sencillo, de color negro, un blazer rojo, que resaltaba el color de su cabello y sus zapatos negros, a juego con el vestido.

- ¿A dónde tan hermosa y solita? –me dice cuando llega a donde yo estoy.

-Estoy esperando a una hermosa pelirroja, para llevarla a cenar –le digo, siguiendo su juego - ¿no la ha visto?

-No -contesta ella de forma indiferente –lástima que ya tiene acompañante, yo que la quería llevar a cenar –contesta con una sonrisa pícara, pero sus ojos desprendían un brillo especial, sé que había llorado, se le notaba en sus ojos.

Yo suelto una carcajada y la atraigo hacia mí.

-Estas hermosa –le susurro.

-Tú lo estas más –me contesta –nos vamos.

-Claro –ella me toma de la mano dirigiéndonos a la salida.

- ¿Lograste descansar? –le pregunto yo.

-Dormí como un bebe –me contesta con una sonrisa - ¿y tú?

-Igual, estaba muy cansada...oye –le digo volteando a verla.

-Qué pasa.

- ¿Lloraste? –le pregunto y ella solo suelta un suspiro.

-Tuve cita con mi psicóloga –me contesta –digamos que todavía es difícil tocar algunos temas con ella –me da una sonrisa triste y yo la atraigo hacia mis brazos –pero tranquila que todo está bien, yo estoy bien –me dice de forma sincera, y sé que es verdad.

Pedimos un taxi, que nos llevara a nuestro destino.

Addison:

Todo había salido perfecto, la operación fue un éxito, la madre y el pequeño podrán vivir sin complicaciones, éramos un gran equipo.

Ahora nos encontrábamos rumbo a un restaurant de la ciudad, para festejar.

Mer, se encontraba concentrada, admirando la cuidad desde la ventana del taxi, mientras yo la admiraba a ella.

Era hermosa, llevaba un maquillaje sencillo, que resaltaba el color de sus ojos, definitivamente, a pesar de los años, esta mujer cada vez era más hermosa y yo estaba embobada en ella, sin darme cuenta que habíamos llegado.

Cuando el taxi se estaciona, ella me da una pequeña palmada en mi pierna, para que saliera de mi ensoñación, yo me sobresalto un poco, y ella solo sonríe aguantando la risa.

Ella paga y ambas bajamos del taxi.

-Esta hermoso –dice ella, admirando la entrada del lugar, sin duda era hermoso, no era elegante, era un restaurante sencillo, pero acogedor.

No merezco volver segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora